MUNDO
19 de febrero de 2019
Liu He se reunirá con Trump en Washington
Donald Trump y Xi Jinping en la cena en su honor
El vice primer ministro chino viajará a EEUU para seguir la negociación comercial, para sellar un pacto definitivo, el 1 de marzo.
El vice primer ministro chino Liu He viajará a Washington para una nueva ronda de negociaciones para resolver la guerra comercial entre su país y Estados Unidos, que se celebrará entre los días 21 y 22 de este mes, confirmó hoy el Ministerio de Comercio de China.
En una escueta nota publicada en su página web oficial, el Ministerio solo confirma que se reunirá -una vez más- con el representante de Comercio Exterior de Estados Unidos, Robert Lighthizer, y con el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin.
Liu ya encabezó la delegación china que viajó a Washington a finales de enero y se reunió con el presidente estadounidense, Donald Trump, aunque se desconoce si volverá a hacerlo en esta ocasión.
Esta será la cuarta ronda de negociaciones de alto nivel entre ambas partes, y terminará justo una semana antes de que finalice el plazo acordado para sellar un pacto definitivo, el 1 de marzo.
Aunque los medios oficiales chinos hablaron de "avances importantes" durante la última ronda, que finalizó el pasado día 15 en Pekín, por ahora no ha trascendido ningún tipo de resultado concreto.
Trump y el presidente chino, Xi Jinping, acordaron una tregua de 90 días el 1 de diciembre de 2018, lo que significó la suspensión temporal del aumento del 10 % al 25 % de los aranceles estadounidenses a productos chinos por valor de 200.000 millones de dólares.
En las últimas semanas se ha especulado con que el plazo podría ampliarse, una idea que Trump no descartó: "Si llegamos a un punto en el que estamos cerca de un acuerdo real y podemos lograrlo, veo posible que deje pasar (la fecha límite) durante un poco más. Pero en general no me inclino".
Los principales problemas planteados por el Gobierno estadounidense son la protección de la propiedad intelectual, la transferencia forzada de tecnología, los subsidios de Pekín a las compañías locales que generan desigualdades con las empresas foráneas, los robos cibernéticos, los controles cambiarios o el acceso al mercado del gigante asiático.
De todas formas, desde el 1 de diciembre Pekín ha adoptado medidas de buena voluntad como la bajada de aranceles a los vehículos importados de EEUU, la reanudación de la compra de soja de ese país o la presentación de un proyecto de ley para prohibir la transferencia forzada de tecnología.
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