Pese a la resistencia de la UEFA por considerarlo una amenaza para el estatus de la Champions League, el Consejo de la FIFA ha aprobado este viernes en Miami el nacimiento del nuevo Mundial de Clubes en el que participarán 24 equipos y se disputará cada cuatro años.

La primera edición se celebrará entre el 17 de junio y el 4 de julio 2021 en un país aún por determinar. La competición nace bajo la alargada y cautivadora sombra de los 15.000 millones de euros con los que el consorcio japonés Softbank’s la financiará.

Gianni Infantino,  presidente de FIFA.Foto:Archivo Fleming

El presidente de la FIFA, el suizo Gianni Infantino, que ya disparó los ingresos de la Champions como secretario general de la UEFA, ha sacado adelante un proyecto en el que imagina un torneo con un ramillete de las grandes potencias europeas (Real Madrid, Barcelona, Bayern, los dos Manchester, Liverpool, PSG. Atlético) frente a los históricos clubes suramericanos (Boca, River, Independiente, Flamengo, Corinthians, Santos, Peñarol…) ejerciendo como gancho y motores del proyecto. Un Mundial de Clubes en el que los 20 millones de euros de fijo por participar y los 120 que puede embolsarse el ganador reavive la vieja rivalidad entre el fútbol de un lado y el otro del charco. Por ello, la UEFA, a través de su presidente Aleksander Ceferin, con el apoyo de Andrea Agnelli, máximo mandatorio de la Juventus y de la Asociación de Clubes Europeos (ECA), se ha opuesto desde un principio a que la idea saliera adelante.

Hace cinco días la FIFA recibió una dura carta de la ECA en la que anunciaba que sus clubes no participarían. Sin embargo, alguno de ellos han mostrado a la misma FIFA su desacuerdo con los términos tan rotundos de la misiva. La mayoría de los grandes clubes no están por la labor de dejar de ingresar esas elevadas cifras de dinero por jugar un máximo de cinco partidos en el mes de junio y cada cuatro años. Ante la resistencia de la UEFA y de la ECA, Infantino ha elaborado durante estas semanas ante los representantes de las otras asociaciones continentales un discurso de lógica empresarial.

“La FIFA es una empresa en la que su presidente trae una oferta de ingresos millonaria y algunos de sus socios lo ven mal”. A este razonamiento, Infantino añadió los ingresos que generará la nueva competición y que permitirán elevar en el próximo cuatrienio los 1.100 millones de euros que la FIFA destina a programas de desarrollo del fútbol por todo el mundo hasta los 1.700.

Aprobado este nuevo formato, ocho grupos de tres en el que los primeros pasan a jugar eliminatorias directas desde cuartos, UEFA, que será complicado que pueda detener a sus clubes insignia, y FIFA iniciarán negociaciones para establecer el primer cartel de representación europea.

En un principio, participarán 12 clubes europeos, pero esto está sujeto aún a negocación. La UEFA también pretendía que la primera edición se disputara en 2025, pero la FIFA no ha dado opción porque su nueva competición ocupa las fechas de la Copa Confederaciones de selecciones, que se disputaba un año antes en el país organizador de cada Copa del Mundo.

Este torneo desaparecerá porque desde su implantación en 1997 ni ha calado entre los aficionados ni ha sido muy rentable económicamente. La FIFA si parece dispuesta en cambio a garantizar que el Mundial de Clubes no aumente su frecuencia y se dispute cada dos años, que es otro de los grandes temores de la UEFA.

El Consejo de la FIFA también aprobó que el próximo Mundial 2022 de Qatar el número de selecciones pase de 32 a 48, para ello habrá países del entorno que harán de coorganizadores. Bahrein, Kuwiat, Oman, Arabia Saudi y Emiratos Árabes son candidatos a ejercer de sedes.