Noche histórica en Córdoba esta del 2 de junio de 2019. Tigre, que este año descendió a la B Nacional, le ganó 2-0 a Boca en la final de la Copa Superliga en el estadio Mario Alberto Kempes. Y logró también el pase a la Copa Libertadores 2020.

Federico González, a los 23 del primer tiempo, marcó el 1-0 para los de Victoria. A los 29, Carlos Izquierdoz le hizo un penal a Lucas Janson. Y el mismo volante tomó la pelota para pegarle y, a los 31, definió ante Andrada.  

Enorme decepción en la hinchada de Boca, que le puso tremendo marco al Kempes, donde hubo 55 mil almas entre ambas parcialidades.

Los primeros 15 minutos fueron de “estudio” para ambos equipos. Tigre salió a presionar de entrada pero esos riesgos pudieron costarle caros: Carlos Tevez logró habilitar a Villa con un buen pase pero el colombiano llegó un segundo tarde y no pudo rematar.

En el comienzo, al “Matador” le sobró intensidad y un poco de nerviosismo: la pierna fuerte debió costarle al menos una amarilla a los dirigidos por Gorosito pero Néstor Pitana optó por no sacar tarjetas (hubo una dura plancha de Montillo a Buffarini).

Mientras que Tevez, en la primera que pegó, vio la amarilla y quedó condicionado. Después llegó la primera clara de la noche: Benedetto quedó cara a cara con Marinelli y el palo le dijo que “no” al “9” de Boca, que sigue con la pólvora mojada.

Al toque, el Xeneize volvió a tenerlo, pero el arquero le sacó el gol a Villa. Y entonces...

Tigre, en la primera clara que tuvo, facturó- González probó y Andrada tuvo una floja respuesta: la pelota le pasó por debajo del cuerpo y entró como pidiendo permiso a los 23 minutos. 

Y en la siguiente jugada importante, Tigre tampoco perdonó: Hanson, de penal, metió el 2-0 parcial a los 31, luego de una falta que Izquierdoz le hizo al volante. 

¿Injusto? Quizá sí, porque Boca lo volvió a tener por Benedetto pero el delantero falló una vez más.

En el complemento Boca salió de entrada a buscar el descuento. Mauro Zárate, al igual que en el primer tiempo, volvió a tener la chance de convertir de tiro libre. En ambas ocasiones Marinelli hizo vista y la pelota se fue apenas desviada del arco.

El equipo de Alfaro iba e iba pero sin éxito, por eso a los 16 minutos el DT probó con dos cambios: Ábila por Buffarini y Alonso en lugar de Villa.

Acto seguido, Benedetto tuvo otra vez gol para Boca pero en una falló increíblemente de cabeza y en la otra Marinelli le sacó la pelota al córner.

En la primera mitad del complemento, todo pero todo fue de Boca.

Aunque, claro está, le faltó nada más y nada menos que el gol. De cabeza "el Pipa" volvió a tener el descuento pero cuando la pelota no quiere entrar, no hay caso... el travesaño le ahogó el gritó una vez más al delantero.

No era la noche de Boca. Era la noche histórica de Tigre.