Los comercios del área central ofrecen rebajas de hasta el 70%. Estiman que en julio la actividad mostrará un crecimiento. El medio aguinaldo, la extensión del programa Ahora 12, las vacaciones de invierno y la estabilidad del dólar explican este cambio de tendencia.

Las liquidaciones de invierno se adelantaron. Apenas dos semanas pasaron desde el inicio de la temporada más fría del año, pero los comercios de la peatonal, el microcentro y de los shoppings ya lucen sendos carteles con ofertas y promociones en sus vidrieras.

En algunos se pueden observar rebajas que superan el 50 por ciento y llegan hasta el 70. También hay combos de dos por uno, o tres prendas al precio de dos en el caso de los negocios de indumentaria.

El apuro por mostrar buenos precios llega luego del amesetamiento en las ventas que se produjo tras el Día del Padre. No obstante, el consumo parece estar atravesando un período de aceleración fruto de una combinación de factores, algunos estacionales y otros propios del clima político.

“Esta estabilidad genera una microconfianza que hace que la gente se vuelva a volcar al consumo. Valoramos los planes con tasas más razonables, pero también necesitamos medidas previsibles que hagan que los salarios no pierdan poder de compra”, le dijo a FM Fleming, la mayoria de los propietarios de diversos ramos de comercio.

Además de las promociones por liquidación, el aguinaldo, la extensión del programa Ahora 12, el turismo de invierno y cierta estabilidad en la cotización del dólar explican la tendencia de crecimiento en la actividad durante los primeros días de julio. Sin embargo, aún no alcanza para compensar los números negativos de los cinco primeros meses del año.

El comercio venía sufriendo el impacto de la crisis y hasta mayo registró 16 meses de caída consecutiva. Sólo como ejemplo, en ese mes, si bien se amortiguó la baja en las ventas, el promedio interanual se contrajo un 12,9 por ciento, de acuerdo con datos de la Cámara de Comercio de la Provincia de Salta.

Ante ese escenario, los primeros días de julio ilusionan a los comerciantes. “Ante un panorama tan retraído como el que teníamos, un repunte como este se siente. Notamos un incremento en las ventas. Aún no lo tenemos tabulado, pero esperamos que se confirme un alza significativa”, agregó Martinez del centro comercial de electrodomèsticos.

Abrigo. El precio de una campera oscila entre $ 2.000 y $ 5.000. 

La tendencia positiva de estos primeros días de julio tiene varios componentes que la explican.

En primer lugar, hay que tener en cuenta el factor estacional que implica el aguinaldo. Los clientes que utilizan el medio salario anual complementario se caracterizan, según los comerciantes, por pagar en efectivo. “El cliente que en esta fecha compra de contado es porque cuenta con el aguinaldo”, dijo Johana Corso, encargada de una casa de ropa masculina sobre calle Alvarado. Los turistas que visitan la ciudad utilizan la misma modalidad de pago.

En ese sentido, las vacaciones de invierno son otro elemento positivo para la actividad. De hecho, la venta de ropa recibió el impacto de los turistas que llegan a la Capital.

Además, la compra en cuotas tomó un nuevo impulso con la extensión del plan Ahora 12. Hasta hace unas semanas sólo estaba vigente de jueves a domingo, pero ahora se puede utilizar los siete días de la semana. Las cuotas sin interés son un llamador extra para el consumo, máxime en tiempos de alta inflación.

En algunos comercios se toma el precio de contado para calcular las cuotas, mientras que otros recargan hasta un 10 por ciento en caso de pagar en 6 o 12 cuotas.

Renovar el guardarropas de invierno en cuotas sin interés

“La gente pregunta por el Ahora 12 y compra en cuotas. Es un gran atractivo; es la vedette de este invierno”, aseguró Juan Carlos, vendedor de un negocio de indumentaria unisex en pleno Centro de la ciudad.
Las expectativas de este mes son alentadoras para muchos comerciantes. Las ventas están impulsadas por el plan Ahora 12, que recientemente sumó el rubro indumentaria dentro de las posibilidades de financiamiento en cuotas largas sin interés.
“A este ritmo, creemos que vamos a tener un 45 por ciento más de ventas que en julio del año pasado”, dijo Alfredo Pera, gerente de una megatienda sobre calle San Martín.

El guardarropas de invierno lleva menos prendas, pero más costosas. Una campera para hombre, en liquidación, cuesta entre 2.500 y 3.500 pesos. En algunos casos, el precio puede llegar a los cinco mil pesos. En primeras marcas, la cifra se estira hasta los ocho mil o 10 mil pesos. Los precios son similares para los sobretodos.

Un abrigo menor, como un buzo, arranca en los mil pesos y llega hasta los dos mil. Hay promociones que pueden estar en el orden de las tres cifras.

Para mujeres, los precios no varían demasiado. Hay tapados que arrancan en dos mil pesos y llegan hasta los 3.500 y 5.000.  Las camperas suelen ser más costosas y van de tres mil a cinco mil pesos. En primeras marcas, los precios también pueden llegar a los 10 mil pesos, y en tiendas populares se pueden encontrar ofertas interesantes en 1.500 pesos.
Las botas de mujer varían de los 1.500 a los tres mil pesos.
La ropa de abrigo para niños arranca en los mil pesos, en el caso de las camperas más económicas, y trepa hasta los 2.500 pesos en marcas premium. Los buzos se consiguen desde 500 pesos.
Débito o crédito, la principal forma de pago

Los plásticos son el medio más elegido para hacer compras.
70% de las transacciones en el comercio minorista se realizan con tarjetas de crédito o de débito. La mayoría de los clientes compra en cuotas.

Expectativa. Si bien aún no hay datos estadísticos sobre la evolución de las ventas en julio, los comerciantes registran una suba en los primeros días del  mes