POLITICA
2 de diciembre de 2014
Crece la tensión por Ganancias: los gremios analizan nuevos paros
Moyano convocó mañana a una reunión de su CGT para evaluar medidas; también los sindicatos del transporte debatirán un plan de lucha; cruce verbal del jefe camionero con Capitanich y Kicillof
Cuando el sindicalismo peronista parecía decidido a archivar sus protestas hasta 2015, la escalada retórica con la Casa Rosada por el impuesto a las ganancias y la inflación podría empujar a las diferentes vertientes de la CGT a un estado de conflictividad que no contemplaban para la víspera del fin de año.
Hugo Moyano rompió su pasividad tras escuchar las explicaciones del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y del ministro de Economía, Axel Kicillof, para no modificar el tributo que pesa sobre los salarios. Los funcionarios argumentaron que Ganancias es un "aporte solidario de los trabajadores" y que cobrar el impuesto "es filosófica e ideológicamente necesario". Kicillof ya había avivado la tensión con una ironía sobre los porcentajes de inflación que manejan los gremios: "Lo del 40 por ciento es un dibujo".
Fue inmediata la réplica de Moyano. "La prudencia tiene un límite. Son marxistas con la plata de los otros. Faltan el respeto", dijo el jefe de la CGT opositora en declaraciones radiales. Y convocó para mañana a la cúpula de su central para evaluar alguna medida de protesta que hasta hace unos días parecía improbable.
También mañana se reunirán los 22 gremios del transporte que activaron el jueves pasado un paro parcial en reclamo de Ganancias y de un plus salarial por la inflación. "La paciencia tiene un límite. Resolveremos una protesta, pero sin perjudicar a los usuarios", admitió el ferroviario Omar Maturano, uno de los referentes de la alianza de los transportistas.
Hay dos alternativas en evaluación: definir una fecha en la que los pasajeros puedan viajar gratis en trenes y colectivos. Así se afectaría mínimamente a la recaudación, aunque el peso de la medida caería únicamente en los gremios ferroviarios y en los colectiveros de la UTA. Por eso, surge otra opción, en la que estarían involucrados todos los sindicatos: interrumpir tareas de manera parcial y escalonada en diferentes sectores. Lo que se resuelva mañana será luego avalado por la CGT de Moyano y por la CGT Azul y Blanca de Luis Barrionuevo.
A diferencia de la CTA que lidera Pablo Micheli, los gremios enrolados en la CGT quieren evitar una protesta callejera en diciembre. Temen que entre la multitud se engendre el caos y quedar como uno de los responsables de la violencia. Además, sospechan que el propio Gobierno, mediante infiltrados, pueda avivar cualquier foco de conflicto.
El reclamo gremial por el impuesto a las ganancias borra cualquier línea fronteriza que separe a oficialistas de opositores. Es un pedido unánime. Lo reivindican hasta los sindicatos cuyos afiliados no son afectados por el tributo, que alcanza a todos los sueldos superiores a los $ 15.000 desde agosto de 2013. Por eso, prácticamente en tándem, un grupo de gremialistas de la CGT oficialista también presiona por un cambio.
El último intento por una reacción del Gobierno fue de Gerardo Martínez y José Luis Lingeri. Ambos tuvieron un efímero cruce de palabras con la Presidenta durante la convención de la Cámara de la Construcción. Afirmaron luego que Cristina Kirchner no le cerró las puertas a la posibilidad de eximir del impuesto al medio aguinaldo.
Antonio Caló, el jefe de la CGT oficialista, se aferra al fugaz diálogo de sus colegas con Cristina antes de bajar los brazos. Mantiene la esperanza de algún cambio en Ganancias a pesar de que Kicillof le dijo que no por enésima vez el fin de semana en Mar del Plata, durante la jornada de la juventud metalúrgica.
En la CGT oficial no cayó bien que Caló haya invitado a Kicillof a disertar ante los jóvenes de la UOM. Pero pasado mañana será el momento de catarsis: Caló convocó para ese día al consejo directivo para debatir "dos preocupaciones": las paritarias del año que viene y los bonos navideños que el Ministerio de Trabajo amenaza con no homologar.
En paralelo, dos dirigentes de la CGT oficialista activaron otra gestión con sus interlocutores del Gobierno que nada tiene que ver con lo salarial. Habrían pedido protección judicial para Enrique Omar Suárez, el gremialista marítimo a quien Cristina definió en su viaje a Angola como uno de sus sindicalistas "favoritos".
Suárez, apodado "Caballo", estaría a un paso de quedar procesado por bloquear el ingreso de barcos al Puerto de Buenos Aires. En la misma investigación se avanza con una presunta maniobra de extorsión a empresas navieras para que contribuyan económicamente con la fundación de su gremio y con una de sus firmas, a cambio de no sufrir contratiempos.
Los dos gremialistas que recurrieron al Gobierno para intentar blindar a Suárez se llevaron una sugestiva respuesta: "No jodan más con Ganancias".
PULSEADA VERBAL POR EL IMPUESTO
Jorge Capitanich
Jefe de Gabinete
"Consideramos que es filosófica e ideológicamente necesario cobrar impuesto a las ganancias"
Axel Kicillof
Ministro de Economía
"Es una contribución solidaria de los trabajadores que más ganan al Estado"
Hugo Moyano
Jefe de la CGT Opositora
"La prudencia tiene un límite. Faltan el respeto a los trabajadores. Son marxistas con la plata de otros".
ADVERTENCIA DE GRANADOS A LOS SAQUEADORES
El ministro de Seguridad bonaerense, Alejandro Granados, sostuvo ayer que las fuerzas policiales están "terriblemente mejor preparadas que el fin de año pasado", por lo que desafió que "lo piensen bien" quienes "están pensando en hacer alguna travesura" en diciembre.
Aunque afirmó que las fuerzas "están en un 30 por ciento de operatividad", el ex intendente de Ezeiza sostuvo que "no advierten en el horizonte inconvenientes" para diciembre, ya que están "terriblemente mejor preparados que el fin de año pasado".
Tras presentar 10.000 nuevos policías bonaerenses, que estarán en la calle a partir de hoy, el funcionario sciolista anunció que en julio del año que viene egresarán otros 15.000 agentes, quienes conformarán "una fuerza diferente" que se ocupará de "delitos menores".
Con los antecedentes de los últimos fines de año, en los que se produjeron saqueos y distintas revueltas sociales, Granados sostuvo que "hay que darle tranquilidad a la ciudadanía y a los comerciantes" porque "no se avizoran" conflictos para este diciembre. "Este año, con diez mil hombres más, vamos a tener un fin de año más tranquilo", dijo el funcionario.
Del editor: qué significa. El fin de año en calma que parecía haberse garantizado el Gobierno podría dar lugar a un mes de fuertes reclamos por el efecto de Ganancias.
COMPARTIR:
Comentarios
Aun no hay comentarios, sé el primero en escribir uno!