Mauricio Macri continúa de campaña y hoy, acompañado por la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal; llevará la marcha del "Sí, se puede" a Bahía Blanca. Pero un rato antes, y a través de las redes sociales, el Presidente anunciará su "Propuesta 5", una nueva promesa de cara a las elecciones generales. 

Esta vez, el área temática es la Justicia. Y, a diferencia de algunas de las anteriores promesa que hizo Macri, se trata de propuestas que el Ministerio de Justicia en su mayoría ya presentó, pero que requieren ser sancionadas por ley y, sin el apoyo opositor, todavía están pendientes en el Congreso. 

La reforma del Código Penal, cuyo proyecto Macri encomendó a una comisión redactora diversa, presidida por el juez de la Cámara Federal de Casación Penal Mariano Borinsky; es el aspecto central de los cuatro ejes de la propuesta. El proyecto ya fue enviado al Congreso pero entre la campaña y la falta de interés de la oposición por avanzar con su debate, quedó estancada en el Senado. En el oficialismo exponen que esa falta de avance legislativo obedece a que se trata de una iniciativa en la que quedan más expuestos los contrastes con el kirchnerismo: repasan que contiene penas más duras para los delitos de narcotráfico, portación de armas de fuego y corrupción; y sanciona con más fuerza los delitos motivados por razones de género, raciales o de discriminación.

En el macrismo ponen como ejemplo la diferencia entre las penas que contempla el actual Código, que data de 1921, y el que presentó el oficialismo, para los delitos de corrupción: "Actualmente pueden ser excarcelados y reciben como máximo una pena 6 años. Con el nuevo código van a ir presos y podrán recibir hasta 12 años de cárcel", diferenciaron.

Entre las medidas para evitar la reincidencia de quienes ya cumplieron condena, la propuesta contempla que quien sale en libertad después de violar ó matar sea supervisado por 10 años.

El otro eje importante del paquete que preparó Macri es el nuevo Régimen Penal Juvenil, que ya se había empezado a debatir en la Cámara de Diputados y que por falta de apoyo opositor no pudo obtener dictamen de comisión y no llegó a tratarse en el recinto. El texto, elaborado por una comisión de juristas plural, propone bajar la edad de imputabilidad de 16 a 15 años para los menores que comente delitos graves. Este aspecto, que fue rechazado por el kirchnerismo, y por distintas organizaciones de Derechos Humanos y organismos internacionales como Unicef, es sólo uno de los cambios que prevé el proyecto.
El nuevo régimen penal juvenil propone un sistema de escalas y con penas alternativas a la prisión, en el que sólo sean imputables los menores en delitos con una pena superior a tres años y que podrán ir a la cárcel cuando cometieran un hecho reprimido en el Código Penal con una pena máxima igual o mayor a diez años. Al mismo tiempo, se prohíbe "la imposición de reclusión y de prisión perpetua” para los menores, incluso para los delitos más graves. 

"Queremos cambiar la manera en la que el Estado se relaciona con los menores que cometen delitos. La situación actual no ayuda a evitar que caigan en el crimen ni brinda alternativas para que encuentren su lugar en la sociedad", exponen desde el oficialismo.

Macri buscará darle impulso otra vez a la ley antibarras, proyecto en el que trabajó la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, luego del escándalo que se generó en la final de la Copa Libertadores, pero que no tuvo consenso en el Congreso. Atento a esta situación, desde el comando de campaña proponen impulsar "un amplio acuerdo para terminar con los delitos de las barrabravas".

Macri prometerá también "juicios y condenas más rápidas en todo el país", para lo cual propone extender a todo el país el nuevo Código Procesal Penal Federal, que ya funciona en Salta y Jujuy. "Juicios que antes llevaban tres años en esas provincias, ahora llevan 13 días", ejemplificaron desde el comando de campaña.