LOCALES
6 de octubre de 2019
Gustavo Sáenz
Sáenz: Desde la tierra de Güemes, del Señor y la Virgen del Milagro le vamos a mostrar al país que acá no hay grieta.
El candidato del Frente que lleva su nombre otra vez apeló a la emotividad para transmitir su discurso. No hizo referencia a ninguna futura propuesta de gobierno.
Gustavo Sáenz cerró su campaña para las PASO provinciales con un acto en el Centro de Convenciones del que participaron todos los candidatos y referentes políticos de su espacio.
Si bien se había planteado inicialmente, según manifestó el candidato a vice Antonio Marocco, realizar un populoso acto en el Delmi, finalmente Sáenz optó por un evento más íntimo en el que se convocó a los candidatos y referentes de su frente.
Siguiendo el modelo impuesto por el PRO para este tipo de acto, hubo un escenario central y ubicaciones previamente dispuestas, con todos los candidatos a intendente, Vitín Lamberto, Martín Grande, Bettina Romero y Matías Posadas, juntos en una misma fila. No hubo globos, pero sí banderas de Salta que aparecieron cuando comenzó a hablar el candidato a gobernador.
Previamente tuvieron sus minutos en el escenario los cuatro aspirantes a sucederlo en la comuna, que no ahorraron elogios para con Sáenz. Seguramente eso llevo al intendente a comenzar su discurso manifestándose orgulloso del frente político que conformaron.
“Me siento orgulloso de que podamos estar en el mismo lugar hablando bien uno del otro a pesar de estar compitiendo, eso demuestra que somos un frente distinto que se armó con el corazón, pensando en Salta, dejando de lado la lógica amigo y enemigo, sin grietas”, expresó Sáenz.
Al momento de definir a sus candidatos explicó que “todos venimos del amor que tenemos, del amor que generamos y del amor que tenemos por Salta y los salteños”, a lo que agregó “fue difícil armar un frente con ideologías distintas, pero lo logramos desde la esencia de cada uno, que es que son buena gente y quieren a Salta y el bienestar de los salteños”.
Contra Leavy
Sáenz advirtió que “gobernar no es fácil, no es para cualquiera, gobernar es tener la convicción, la capacidad, la sensibilidad social y el compromiso de querer hacer las cosas y trabajar por los salteños”.
Inmediatamente llegó la primera crítica a su principal rival, Sergio Leavy, aunque sin nombrarlo, pero haciendo referencia a su múltiple candidatura: “No da lo mismo querer ser senador nacional, diputado nacional o gobernador, son cosas completamente distintas, cuando uno tiene la convicción de querer ser algo y tiene un sueño, no puede tener 20 sueños al mismo tiempo. Se sueña con una sola cosa, se va por ese sueño y ese es el objetivo y yo tomé la decisión de ser gobernador de Salta o volverme a mi casa”.
El momento incómodo con Romero
Sáenz apeló a buscar el voto indeciso pidiendo una nueva oportunidad para la política que los ha defraudado y en ese argumentar se dio un momento curioso, cuando expresó que “de un lado están los que vienen gobernando la provincia desde hace mas de 30 años, y de este lado estamos los que queremos una Salta distinta, una nueva Salta, una Salta de oportunidades”.
Quizás no se percató que desde la primera fila lo observaba atentamente Juan Carlos Romero, integrante del Frente y uno de los que gobernó Salta casi la mitad de esos 30 años a los que hacía referencia el actual intendente.
Sáenz puso la guardia alta y señaló que: “Va a ser una campaña sucia y la venimos sufriendo los que estamos de este lado, con calumnias e injurias, eso le pasa a los que no tienen que mostrar, a nosotros que tenemos muchas propuestas y mucha gente nueva no nos molestan que nos golpeen”, describió en forma genérica, sin muchas precisiones.
A sabiendas de que la mayoría de los intendentes del interior apoyan al Frente de Todos y que muchos buscan se reelectos, se refirió al respecto: “Entendí que hay que acabar con los candidatos eternos, con los intendentes eternos, con los gobernadores eternos, por el bien del pueblo. Hay que ponerle limites a aquellos que no quieren irse”.
También vaticinó que “nos va a ir bien, tengo esa sensación, que no es la sensación de las encuestas, sino del vecino que nos abre la puerta”.
El Frente de Todos
A pesar de su prédica “amorosa”, Sáenz no se contuvo para pegarle nuevamente a Leavy: “Aquí (por su Frente) le abrimos la puertas a todos, hasta los que quisieron proscribir en otro partido. Si no podés ganar una PASO no podés pretender ganar una general. Miren qué gracioso parece ser que este es el Frente de Todos y el otro es el frente de algunos porque no le permitieron participar a varios”.
También insistió, como ya lo hizo en otros actos, en que el enemigo no es el adversario político sino que es “la pobreza, la desocupación, la falta de oportunidades a los jóvenes, las adicciones y la inseguridad”.
El cierre de su discurso de 20 minutos fue un despliegue de salteñidad y religión: “Lo importante no es de donde venimos sino a donde vamos, qué queremos. Y cuando nos pregunten le vamos a decir que luchamos por una Salta distinta, por la esperanza perdida, por los sueños robados, por la dignidad perdida. Desde la tierra de Güemes, del Señor y la Virgen del Milagro le vamos a mostrar al país que acá no hay grieta, que se construye con amor, que estamos todos juntos peleando por los salteños. Salta tiene futuro, que Dios bendiga a la provincia, con los pies en la tierra y la mirada al cielo le pido a Dios que bendiga esta provincia”, terminó eufórico, abrazado por sus hijos.
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