POLITICA
15 de noviembre de 2019
Fernandez bajo la presión de su propio equipo para formalizar los nombramientos de funcionarios
La ausencia de equipo puede entenderse como la ausencia de un plan.
Su propio equipo de asesores se muestra desconcertado. Sobre todo los economistas que vienen trabajando desde mediados de año al lado del entonces candidato.
En el entorno del presidente electo creen que la suba del riesgo país de los últimos días está asociada a la incertidumbre sobre quién manejará la economía
Toda mi vida trabajé para hacer Hamlet", se sincera Alberto Fernández por televisión. "Decían: este tipo está detrás de escena y de pronto lo hacen hacer Hamlet. Pasé de director de la obra a Hamlet. Lo que no sabía era cuándo tenía que salir a escena", completa.
Los expertos en teatro suelen asociar la obra Hamlet a diferentes temas: la falsedad y la venganza aparecen en ella. Sin dudas, no obstante, el personaje principal pasó a la historia por su inseguridad y la duda: el "Ser o no ser; esa es la cuestión".
A esta altura, a pocos días del traspaso de mando, nadie sabe a ciencia cierta si la falta de definiciones sobre el equipo económico que acompañará desde el inicio de Alberto F. responde a una indecisión o al simple resguardo de las identidades de los futuros funcionarios -empezando por el cotizado Ministerio de Economía- para que queden expuestos a la luz pública antes del debut de la nueva gestión.
Su propio equipo de asesores se muestra desconcertado. Sobre todo los economistas que vienen trabajando desde mediados de año al lado del entonces candidato.
No porque a esos profesionales les gane la ansiedad individual por saber qué harán de sus vidas -si al final Fernández los tendrá en cuenta en su llegada al poder-, sino, más bien, porque vienen detectando que la falta de definiciones se empezó a vislumbrar como una debilidad más que como una fortaleza.
Uno de esos asesores se sincera, en diálogo con la prensa: "Si el Riesgo País pasa los 2.500 puntos, ya no le podés achacar todo a Macri. Hasta 2.300 puntos, sí. Pero de 2.300 a 2.500 ya son todo tuyos", refiere el economista, una persona cercana al presidente electo.
El profesional no es ningún devoto del "Riesgo País", ni cree que los "mercados" siempre tengan la razón y que a los inversores haya que satisfacerlos con las medidas que eventualmente puedan reclamar. Al contrario. El economista ya participó de la función pública durante la gestión kirchnerista.
Desde ese lugar, plantea que ahora sí hace falta dar señales al mercado financiero sobre los pasos que vienen. De transmitir algunas certezas frente al inminente cambio de gobierno.
"La ausencia de equipo puede entenderse como la ausencia de un plan. Y eso es muy peligroso. No sólo por los agentes económicos, sino también por la gente. Hay mucha expectativa y el silencio absoluto no sirve", analiza otro de los responsables en llevarle ideas al futuro jefe de Estado.
Para algunos referentes del Frente de Todos, no hace falta que Fernández haga público su gabinete de ministros si considera que no quiere enfrentarlos a un desgaste prematuro. "Pero al menos que designe a un vocero económico para que hable de las políticas que piensa implementar apenas asuma", dice la fuente.
Rumores en los medios, secretismo del presidente
Es en medio de ese clima de impaciencia y de presión interna sobre el presidente electo que se intensifican los rumores y proliferan en los mensajes de Whatsapp diversas listas con los supuestos nombres de un gabinete.
Entre los destacados, se menciona a Guillermo Nielsen como eventual ministro de economía, a Matías Kulfas al frente de un nuevo ministerio de la producción y a Miguel Pesce en el Banco Central. A Felipe Solá se lo descuenta como canciller, así como a Santiago Cafiero en la jefatura de gabinete. Hay, incluso, algunas sorpresas, como Mercedes Marcó del Pont -ex titular del BCRA de Cristina Kirchner- en la dirección de la AFIP y José de Mendiguren en el Banco Nación.
Las filtraciones de estas listas surgieron desde el propio entorno de Fernández, acaso como una reacción ante la evidencia de que la impaciencia estaba empezando a mellar en la confianza del nuevo presidente y que era necesario dar señales al mercado.
Pero lo cierto es que estas versiones no pasan de rumores y no cuentan con el aval oficial. De hecho, en su visita a Uruguay realizada ayer, cuando la prensa lo interrogó al respecto, Alberto dijo que recién el 10 de diciembre se sabrán oficialmente los nombres de su equipo.
En el mercado, desconcierto y pesimismo
A la falta de voceros la sufren de cerca los bancos de inversión que suelen juntarse con los referentes económicos enviados por Fernández.
Lo que podría ser exceso de hermetismo termina siendo falta de información. Quienes salen de estas charlas se vuelven con las manos vacías. Los enunciados no ayudan a clarificar cuál será la posición de Alberto F. sobre la difícil tarea que tendrá hacia adelante.
Pero más allá de estas deducciones, hay datos de la realidad que preocupan adentro y afuera de la futura coalición gobernante. En particular, la falta de coordinación entre la administración Macri y el equipo de Fernández. "La transición no existe".
El propio presidente electo descreyó de esa coordinación desde el primer momento. "Para qué sirve", planteó en reiteradas oportunidades. El enojo se originó tras la difusión, por parte de la Jefatura de Gabinete, de un informe con la "herencia" que el gobierno de Macri le dejará a su sucesor. Según Fernández, ese informe está plagado de mentiras.
Ahora bien: más allá de las peleas políticas y mediáticas, existe una realidad ineludible, y que refiere a los abultados vencimientos de la deuda pública que la Argentina debe hacer frente en los próximos meses.
Y como los dólares de las Reservas ya no alcanzan para pagarlos; y para pagar los compromisos en pesos habría que poner a trabajar a destajo a "la maquinita", las definiciones sobre ese tema impactarán en la realidad económica.
Es por eso que, ante la ausencia de definiciones técnicas, los bonos de la deuda argentina cayeron otro escalón en las últimas jornadas y el "riesgo país" se disparó a niveles récord.
El "mercado" ya descuenta que la "salida a la uruguaya" planteada hace algunas semanas por Fernàndez quedará tan sólo en un deseo buena onda pronunciado durante la campaña, y que a la hora de hacer las cuentas, al nuevo gobierno no le quedará otra alternativa que aplicar una quita de la deuda.
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