POLITICA
6 de diciembre de 2019
Joseph Stiglitz es la persona elegida por Fernandez para negociar con el FMI
El estadounidense Joseph Stiglitz, ex economista jefe del Banco Mundial, tiene excelentes vínculos con el kirchnerismo.
Stiglitz, premio Nobel, que ante el FMI presentara algunas propuestas del nuevo gobierno para re-programar la deuda.
Joseph Stiglitz, el premio Nobel, inició gestiones secretas ante el FMI por encargo del equipo económico de Alberto Fernández. Se trata de un trabajo de campo, hecho bajo el mayor de los hermetismos: Stiglitz ya sondeó en el Fondo algunas de las propuestas que tiene el nuevo gobierno para reprogramar la deuda externa.
Stiglitz es un académico reconocido internacionalmente y fue economista jefe del Banco Mundial en épocas de Bill Clinton. Pero es crítico del FMI y no es una figura querida en Wall Street: los “lobos” de Manhattan menosprecian su retórica.
Pero Stiglitz tiene excelentes vínculos con el kirchnerismo: era el único economista internacional que justificó los graves errores económicos de Cristina. El sondeo y negociaciones se hicieron en las últimas dos semanas, después de que Alberto decidiera que el “discípulo” del Nobel, Martín Guzmán, forme parte -como ministro o secretario- del equipo de negociación de la deuda externa. El propio Guzmán habría participado de varias reuniones con los fondos de inversión. Estaba hasta el miércoles en Manhattan.
La propuesta que sondearon con el FMI y acreedores privados es la siguiente: prorrogar por dos años todos los pagos (capital e intereses ) de la deuda de la Argentina.
El plan de reestructuración se incluirá como un anexo del nuevo Presupuesto. Cecilia Todesca está a cargo y se conocerá el jueves. Pero los emisarios de Alberto vuelven de Washington con una pregunta sin respuesta: ¿cuál será el programa fiscal y de crecimiento, que garantice que la Argentina va a poder pagar sus obligaciones?
Ni los bonistas ni tampoco el FMI quieren un default de la Argentina. Pero sería un grosero error de Alberto pensar que la negociación de la deuda externa será fácil.
En Wall Street coinciden en una cosa: las tratativas van a ser duras y la mayoría de los Fondos de Inversión exigen que el FMI audite la coherencia del futuro programa de pagos.
Dos emisarios del presidente electo transmitieron la cuestión el domingo en una exclusiva cena con “popes” empresarios. Ambas “manos derechas” comunicaron las novedades para tranquilizar a los industriales. Susan Segal, la influyente jefa de Council of the Americas, el lunes también tuvo una reunión secreta.
Jorge Argüello -el futuro embajador en EE.UU.- respondió las inquietantes preguntas de los jefes de las “multis” y de un puñado de empresarios argentinos: Marcelo Mindlin, Martín Berardi , Hugo Dragonetti , Miguel Gutiérrez , Facundo Gómez Minujin y Alejandro Bulgheroni. Argüello dijo: “Es prioritario tener buena relación con EE.UU”. Segal -que estos años aplaudió a Mauricio Macri- ahora dijo tener mucha confianza en Alberto y “su amiga” Cristina. Ambas fueron confidentes en los años duros del kirchnerismo. La mandamás del Council agregó: “Habrá un acuerdo rápido, solo si no hay quita a los bonos”.
Este jueves, la interna política estuvo caliente y llena de versiones sobre modificaciones de último momento en la designación del gabinete económico. A primera hora se decía que Guzmán no había pasado el filtro definitivo. Martín Abeles subía casilleros y hasta circuló el rumor de que Mercedes Marcó del Pont podría cruzarse de AFIP al Palacio de Hacienda. Solo versiones. Marcó del Pont es la verdadera jefa ideológica del equipo económico. La ex presidenta del BCRA lidera el grupo que toma las principales decisiones: Matías Kulfas , Todesca, Abeles, Guzmán y Miguel Pesce.
El sexteto fue el que redactó el “Plan Verano”, con el cual debutará Alberto. La ausencia de figuras fuertes en el equipo económico obedece a varias cuestiones. Primero, los vetos de Cristina y también el rechazo de muchos candidatos.
Roberto Lavagna tuvo una última oferta, y reiteró su negativa. Su mujer, Claudine Marechal, fue decisiva. Hace un mes hubo una sugerencia a Daniel Marx y respondió: “Para consultas y ayudar estoy. No busco ningún cargo público”.
La conformación final de la futura área económica incluye un dato político clave: Alberto tiene decidido ser el verdadero ministro de Economía de su propio gobierno. Emulará a Néstor Kirchner. Las internas en la conformación del gabinete, adelantaron peleas. La crisis argentina no tolera esas disputas de palacio. Cristina fue decisiva -de nuevo- para bloquear otro nombramiento: a último momento le bajó el pulgar a Gabriel Delgado como ministro de Agricultura. Delgado es un reconocido dirigente, pero el embate de Cristina fue contra “su padrino “: el gobernador Juan Manzur, aliado de Fernández.
Cristina “sobreactuó” su poder en las últimas dos semanas y eso fue en detrimento de la figura política de Alberto. En el “albertismo” contraatacan: “A partir del martes nosotros tenemos la lapicera” . El accionar de Cristina generó fuertes cortocircuitos entre Alberto y Sergio Massa. El jefe de la Cámara de Diputados estuvo dos días sin atenderle el teléfono al presidente electo. Fue cuando Alberto bajó -sin avisar- a varios ministros propuestos por Massa. La disputa forzó una visita de Máximo Kirchner al despacho de Massa y una mediación que tuvo final feliz.
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