Carlos Sainz sigue haciendo historia a los 57 años. Tras conquistar en dos oportunidades el DAKAR en América del Sur, ahora marcó la llegada de la especialidad a Medio Oriente con su triunfo en Arabia Saudita.

Ya era el piloto más longevo en salir campeón del Dakar, a los 55 años, en 2018, cuando se impuso con el equipo Peugeot. Ahora aumenta esa marca al ganar en la primera edición de la competencia en el desierto árabe.

Más allá de su talento conductivo, también supo elegir oportunamente los equipos y los modelos a manejar. Su personalidad le permitió hacerse un lugar rápidamente en el ámbito internacional.

Sainz es el piloto del Rally Mundial que más competencias ha disputado, con 196; el tercero que más victorias tiene, con 26 (detrás de Sebastien Loeb, 78, y de Marcus Grönholm, 30); y el segundo piloto que más podios consiguió: 97.

Fue el primer no nórdico en ganar el mítico Rally de los 1.000 Lagos, en Finlandia. Supo ganar en Montecarlo, el Safari, entre otros.

En 12 ediciones del Dakar, se impuso en 3 ocasiones: en 2010 y en 2018, en América del Sur, donde transitó por caminos de la Argentina, y en 2020, en Arabia Saudita. Fue tercero en 2011, logrando 32 etapas.

“Estoy muy feliz. Agradezco a todos los que me permitieron lograr esto. A las empresas que confiaron en mí, al equipo X-Raid, a Bahrein, a los mecánicos. Por supuesto a la familia, a los fans y a todos los españoles”, fue lo primero que dijo el Matador al bajarse del Mini.

Carlos Sainz y el navegante Lucas Cruz, ganadores del Dakar. Foto: EFE

Si bien Luis Moya es su gran amigo y su principal navegante en el Mundial de Rally, que lo acompañó entre 1987 hasta 2002, tuvo otros. En sus comienzos fue Juanjo Lacalle, que luego se transformó en su manager. A su derecha también estuvieron sentados Antonio Boto y Marc Martí.

Pero en el Dakar ahora se luce con la experiencia y la sabiduría de Lucas Cruz, con quien ya había ganado en 2018. Anteriormente pasaron Andy Schulz, Michel Perin y Timo Gottschalk.

“Somos rivales en el fútbol y tenemos nuestras grandes discusiones. Lucas, como buen catalán, es fanático del Barcelona, y yo muero por el Real (Madrid). Pero nos pusimos de acuerdo que cuando nos subimos al auto, dejamos el fútbol abajo”, bromea Sainz al referirse a su navegante, al que esta vez le tocó una ardua tarea.

Es que este año el Dakar optó por repartir la hoja de ruta el mismo día de la etapa en seis ocasiones, mientras que la otra mitad de la competencia se hizo a la vieja usanza: se entregó el día anterior. La improvisación y el sentido del navegante se destacó sin ningún tipo de estudio o de ayuda para competir. Y más aún los días que les tocó abrir pista. Tras una leve sonrisa, indicó: “Yo ya hice todo lo que tenía que hacer. Ahora dependerá de él cómo se construye su carrera deportiva y si llega a la gloria en la máxima categoría”, explicó.

Su hijo, el piloto de McLaren, a través de las redes sociales, se expresó: “Tres Dakar, 3 marcas diferentes, 57 años, misma pasión, mismas ganas, mismo trabajo, mismo sacrificio, misma motivación. El orgullo que siento como hijo ahora mismo es muy difícil de explicar, por lo tanto no se me ocurre otra cosa que decir. Eres el P*** AMO!”.

Es loable lo que marcó Sainz, quien se transforma en el segundo español más ganador en la historia del Dakar, detrás del ex motociclista Marc Coma.

Llevó adelante tres proyectos totalmente diferentes. Primero con la Touareg en Volkswagen, que fue muy fuerte y había comenzado con la victoria de Giniel de Villiers. Luego comandó la tarea en Peugeot, donde también fue compañero de equipo de Stephane Peterhansel. Y ahora con el vehículo 4x2, el Buggy de Mini.

Es el responsable de transmitir la pasión por el rally en España y en Arabia Saudita conquistó por tercera vez la exigente prueba.

El argentino Orly Terranova (Mini) terminó tercero en la etapa (ganada por Al Attiyah) y finalizó en el sexto lugar en la clasificación general.

En tanto, Fernando Alonso​, en su debut en el Dakar con la Toyota, fue cuarto en la última etapa y finalmente quedó 13° junto con Marc Coma en la tripulación.

Carlos Sainz, la leyenda, agiganta su figura. A los 57 años, vuelve a celebrar en lo más alto del deporte motor mundial. Una vez más, vence a los relojes para llegar adelante y lograr un título, esta vez el primero del Dakar en Medio Oriente. Sainz, como el viento en la arena, sigue soplando conquistas. Venciendo al tiempo.