Barcelona superó una prueba de fuego ante el Betis. No tanto por la jerarquía del rival, que suma 28 puntos en 19 encuentros y está muy lejos de la zona de clasificación a copas internacionales, sino porque se encontró dos veces en desventaja y logró quedarse con la victoria. De esta manera, se mantiene a tres puntos del líder, Real Madrid.

El partido se abrió a los cinco minutos, luego de una revisión del árbitro con el VAR por una mano de Lenglet en el área. Al ver la acción en la pantalla, el juez cobró penal y fue Sergio Canales quien lo cambió por gol.

El cuadro visitante reaccionó de inmediato y a los 8 minutos fue Lionel Messi el que filtró un pase para la diagonal de Frankie De Jong, quien dominó con el pecho en el área y definió a quemarropas para el 1-1. Fue el delantero argentino quien contó con una acción clara para el 2-1, pero el arquero Robles le ganó el duelo en el mano a mano.

El local se puso en ventaja nuevamente a los 26 minutos luego de que Arturo Vidal perdiese el balón en el mediocampo por un mal control y el Betis encabece un contragolpe con Nabil Fekir, quien de encaró por izquierda y remató cruzado de zurda. Cuando parecía que la primera parte acababa con el 2 a 1, apareció Sergio Busquets, tras centro de Messi en un tiro libre, para igualar el marcador.

En el complemento, el Barcelona mejoró en cuanto a tenencia del balón, pero su principal problema era que todos sus ataques debían pasar por Lionel Messi. El argentino tuvo varias oportunidades, pero el arquero Joel Robles le ahogó el grito en dos oportunidades.

El Barcelona se volvió a poner en ventaja gracias otra pelota parada. Un centro de Messi al área encontró libre a Clément Lenglet, cuya marca se resbaló, y el francés cabeceó a gol para el 3 a 2 a los 72 minutos.

Inmediatamente después, el Betis se quedó con 10 hombres cuando Fekir vio la doble amarilla en una misma jugada. Primero por una infracción y luego por exceso verbal en su protesta. Pero el jugador del Betis no fue el único expulsado, ya que dos minutos después fue Lenglet por una falta quien vio la segunda tarjeta amarilla.

Setién armó entonces un 4-4-1 en la formación, con Griezmann como volante por izquierda y Sergio Busquets de zaguero junto con Umtiti. Como volantes centrales quedaron De Jong y Arthur, mientras que Lionel Messi se mantuvo como único delantero. Sobre el final, mandó a la cancha a Rakitic para darle equilibrio al equipo, en lugar del delantero francés.

Con el triunfo, Barcelona se mantiene a tres puntos de distancia del líder, Real Madrid, que más temprano le ganó al Osasuna 4-1 y sigue ilusionado con quedarse con el título liguero. En la próxima jornada, el sábado, recibirá al Alavés.