La 92 entrega de los Oscar comenzó en el Dolby Theatre de Los Ángeles con la tradicional Alfombra Roja donde las estrellas lentamente derrochan glamour.

Muy temprano para sacar conclusiones sobre la tendencia de este año, los estilistas sin embargo se animan a adelantar que el rosado y los colores claros serán la tendencia. 

Quien rompió las normas hasta el momento fue Billy Porter. Caballero que llegó a la Alfombra con una falda impresionante y con una pechera llena de plumas. 

En tonos rosados aparecieron muchas de las estrellas. Claro, más subido y casi fucsia. La gama se impuso y brilló.

Tal fue el caso de parte del elenco de Parasite, Laura Dern, Caitriona Balfe, Regina King, Sandra Oh, Idina Menzel, Molly Sims (con un tono melocotón) y Julia Butters, entre otras. 

Blanco. Un clásico que nunca falta y que siempre brilla. En estos casos la esposa de George MacKay y la mujer de Spike Lee decidieron lucirlo a pleno. 

Salma Hayek presentó su look en sus redes sociales antes de pisar la Alfombra. 

Si hay que brillar... El plateado, dorado y el negro brillante también estuvieron presentes. Sus representantes fueron Sibley Scoles quien no sólo estuvo de plateado puro sino que además ostentó una cola de sirena. Janelle Monae posó con un diseño de Ralph Lauren que tuvo 170 mil cristales bordados.

Saoirse Ronan necesitó ayuda para poder bajar del auto que la llevó hasta la Alfombra Roja. Un diseño de alta costura ¿incómodo?

Una de las presentadoras de la noche, Sigourney Weaver, se lució con un diseño inspirado en el mundo de Grecia color verde esmeralda.

Geena Davis apostó a un color clásico y a un diseño muy glamoroso para esta Alfombra Roja. Sin embargo ella sorprendió con los cambios en su rostro. Realmente parece otra. 

Penélope Cruz también eligió los tonos neutros para esta entrega. Uno de los mejores modelos de la noche. 

Sencillamente imponente: Charlize Theron con su vestido de Christian Dior.