La mayor incógnita que se abrió tras la muerte del juez Claudio Bonadio es saber qué pasará con los expedientes en los que investigó a Cristina Kirchner. En principio, las causas más resonantes fueron Dólar Futuro, Los Sauces, Memorándum con Irán, el envío de los diarios a Río Gallegos y El Calafate en el avión presidencial, Cuadernos y el expediente por la tenencia de una carta que San Martín le envió a O’Higgins. Todas estas causas ya no están bajo la órbita del juzgado de Bonadio. La gran mayoría fue elevada a juicio oral y otras pasaron a manos de otros jueces.

En el caso del Dólar Futuro, el expediente fue elevado a juicio oral en marzo del 2017. Está en el Tribunal Oral Federal Nº 1.

La causa Los Sauces la instruyó Bonadio y en 2017 procesó a Cristina y su familia, pero en paralelo se declaró incompetente y mandó el expediente al juzgado de Julián Ercolini, quien tenía la causa Hotesur y así unificó ambas. Hoy este caso está elevado a juicio oral.

La causa por el Memorándum con Irán fue elevada a juicio y está a la espera de que comience.

En el caso por el envío de los diarios al Sur en el avión presidencial, Bonadio fue apartado y el expediente hoy está en el juzgado de Casanello.

La causa Cuadernos fue elevada a juicio oral en septiembre del año pasado. Están acusados Cristina Kirchner, varios de sus funcionarios y los empresarios arrepentidos. Del expediente madre se desprendieron otras causas que también fueron elevadas parcialmente: el lavado de dinero de Daniel Muñoz, el secretario de Néstor Kirchner; las concesiones viales; subsidios al gasoil; subsidios ferrovarios; e incluso un expediente que se inició tras el allanamiento a la casa de CFK en Calafate, donde encontraron un original de una carta de San Martín a O’Higgins.

Todos los expedientes vinculados a la causa Cuadernos están en el Tribunal Oral Federal Nº 7, integrado por Enrique Méndez Signori, Fernando Canero y Germán Andrés Castelli. Gran parte de los abogados que litigan en el caso de los Cuadernos son escépticos del futuro del expediente. Hay quienes arriesgan que el tribunal no se animará a iniciar el juicio porque el expediente tiene muchas irregularidades que provocarían una catarata de pedidos de nulidades. Es decir que entraría en un lento proceso burocrático. Por otro lado también están quienes arriesgan que, de iniciarse el juicio, desde el minuto uno, los arrepentidos pedirían declarar para presentar actas labradas en escribanías porteñas, donde habrían dejado constancia que fueron extorsionados para arrepentirse. Son rumores.