ECONOMIA Y POLITICA
2 de enero de 2015
Ahora pagarán el impuesto al lujo los autos que cuesten más de $ 275 mil
Cuando el Gobierno impuso el tributo sobre los autos más costosos, en diciembre de 2013, el precio desde dónde se empezaba a pagar el impuesto era $238.600.
El año arranca para las automotrices y los concesionarios con una buena noticia, aunque habrá que ver su real impacto en los próximos meses. El Gobierno subió un 15% la base imponible del impuesto a los autos y motos para amortiguar el golpe sobre las ventas. El sector, por varios motivos, fue uno de los grandes perdedores de 2014.
A partir de la modificación, serán alcanzados por el impuesto los autos cuyo valor supere los $274.400 al público, cuando antes ese piso era de $238.600. Hasta los $442.470, el tributo será del 30%, mientras que por encima de ese valor, el impuesto salta al 50%. Las alícuotas, que se aplican al precio de salida de fábrica, no sufrieron modificaciones. En términos de base imponible, el primer escalafón pasó de 170.000 a 195.500 y el segundo, de
$ 210.000 a 250.500 pesos.
Cuando el gobierno nacional impuso el tributo sobre los autos más costosos, en diciembre de 2013, la intención inicial era morigerar la importación de automóviles que, liquidadas a valor del dólar oficial, resultaban en una suerte de subsidio a las compras externas, en detrimento de la producción nacional y con el consecuente costo en divisas que el Estado no se podía, ni puede, dar el lujo de pagar.
Sin embargo, el impuesto terminó alcanzando a modelos por fuera de la categoría de alta gama y produjo un disloque de los precios en general que el Gobierno se encargó de caracterizar como "estrategias comerciales erróneas o especulativas", según repitió ayer la ministra de Industria, Débora Giorgi.
Las negociaciones por la rebaja de la base imponible se conocieron a mediados de diciembre. Entonces, las fabricantes y los concesionarios esperaban que la suba fuese del 25% y aún así desconfiaban de los buenos resultados de la medida, con lo que es de esperar que la norma publicada en el Boletín Oficial el último día del año pasado no los satisfaga por completo.
El impuesto, la inflación general y los retoques en los precios que practicaron las industrias encarecieron con fuerza el valor de adquirir un auto. Según datos de Acara, que agrupa a los concesionarios, en promedio, los precios crecieron casi 50% a lo largo de 2014.
La caída de las ventas a nivel local, sumada a una menor compra por parte de Brasil, hicieron que, entre enero y noviembre, la producción de la industria automotriz cayera casi 23%, y los patentamientos, un 28%, según la consultora Economía & Regiones.
El caso de las motos no es muy diferente. Las ventas cayeron 34% el año pasado y, al igual que sucedió con los autos, los planes oficiales aportaron sólo un alivio marginal. Las motos también están alcanzadas por la modificación del 15% a la base imponible. A partir de los $ 48.400 al público, pagarán el 30% de impuesto, que subirá a 50% desde los 112.600 pesos.
También subieron las bases imponibles para las embarcaciones y aeronaves de recreo y deportes. Giorgi destacó que la medida tiene como objetivo "no afectar la producción nacional y el trabajo con el impuesto interno".
La nueva reglamentación recorta el universo de autos alcanzados por el impuesto de 6,6% a 2,7% teniendo como base las 680.000 unidades comercializadas, tanto nacionales como importadas, en 2014. En el caso de las motos, pasa del 8,8% al 3,5% del mercado.
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