Ya en la previa del Dakar 2015, el mendocino Orlando Terranova confesó estar muy ansioso por el inicio de la carrera porque se sentía en condiciones de ser protagonista. “Puede ser mi Dakar”, admitía. Y fundamentos para ese pensamiento no le faltan.

No sólo es piloto oficial del equipo Mini, sino que en este último tiempo demostró un crecimiento conductivo que le permitieron en las carreras disputadas en 2014 pelear por la victoria. Su gran referencia en esas competencias fue el qatarí Nasser Al-Attiyah, uno de los pilotos más veloces de la especialidad.

Por esas cosas del destino, el Dakar los volvió a enfrentar y en la primera etapa Buenos Aires-Villa Carlos Paz (Córdoba) fueron los que marcaron el ritmo, con Nasser adelante y “Orly” a sólo 22”. Pero, horas después de llegar al vivac, el comisariato deportivo le aplicó 2’ de penalización a Al Attiyah por exceso de velocidad en una zona neutralizada. Así, quedó 7°, pasando Terranova a la cima, ahora con Robby Gordon y su Hammer como escolta. Otro argentino destacado fue Emiliano Spataro: 5° en su mejor resultado en una etapa dakariana. 

La batalla Terranova-Al Attiyah se dio a pocas horas de que ambos calentaran el ambiente con fuertes declaraciones. “Orly” aseguró que Nasser no le jugó limpio en el Rally de Marruecos cuando le dijo que su Mini no andaba bien, algo que motivó al cuyano a bajar el ritmo y ser sorprendido por el qatarí. “Hay que tener mucho cuidado con Nasser. Como todo árabe piensa sólo en él”, disparó “Orly”, ofuscado por perder una carrera que parecía ganada. “¿Qué yo pienso en mí mismo? ¿Acaso no soy yo el que viene al Dakar y todos los años dona 100.000 dólares para los pobres? Yo tengo el corazón abierto para todos. Si él piensa así, es su problema.

No quiero hablar de alguien que no está al mismo nivel de un piloto que gana un Dakar”, retrucó Al-Attiyah, vencedor en 2011. “Creo que si le preguntan a los fanáticos argentinos a quién respetan y admiran más, la respuesta es una sola”, agregó con seguridad.