Los gobiernos de los países centrales están preocupados por revertir la crisis sanitaria, pero también es motivo de inquietud el salvataje de una economía golpeada como no ocurría desde la crisis financiera de 2009.

El índice Dow Jones de Wall Street, como referencia financiera internacional, emprendió un profundo sendero bajista a partir del 19 de febrero último, en el que acumuló pérdidas cercanas al 30 por ciento. Este martes, recupera casi 4% inmediatamente después de conocerse un monumental plan de estímulo coordinado por el gobierno de Donald Trump y la Reserva Federal de los EEUU.

Según publicó The New York Times este martes, la Casa Blanca procura inyectar un estímulo de USD 850.000 millones, mientras que el banco central norteamericano anunció una línea de créditos de emergencia.

Mientras la pandemia del coronavirus detiene la actividad de grandes sectores de la economía, elimina un número cada vez mayor de puestos de trabajo y además hace tambalear a los mercados, la Casa Blanca, el Congreso y la Reserva Federal norteamericanos comenzaron a tomar medidas para obtener ayuda financiera para las familias y las empresas.

La administración de Trump se aprestaba a pedir al Congreso que aprobara la inyección de cerca de USD 850.000 millones en estímulos adicionales para sostener la economía. En Washington evalúan un estímulo en la escala de lo que la administración de Barak Obama impulsó para combatir la última recesión del año 2009.

The New York Times indicó que se espera además que el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, presentará ante los senadores republicanos una solicitud para dotar a la administración central más poder fiscal. El eje de esta propuesta es el recorte de las cargas laborales para las empresas, una iniciativa que el presidente Trump estuvo pidiendo.

La administración Trump también propone un auxilio de USD 50.000 millones para la industria de las aerolíneas, como parte un paquete más amplio. Las compañías aerocomerciales hicieron pública el lunes la solicitud de subvenciones, garantías de préstamos y desgravaciones fiscales, por la crisis del sector, afectado por el colapso del turismo internacional. La Casa Blanca está considerando además vías financieras para sostener la industria de cruceros.

Un grupo de senadores demócratas, encabezados por Michael Bennet, de Colorado; Cory Booker, de Nueva Jersey, y Sherrod Brown, de Ohio, presentaron un proyecto de ley para enviar hasta USD 4.500 a casi todos los adultos y niños en los Estados Unidos este año, como parte de un subsidio gubernamental para contrarrestar la desaceleración económica causada por el coronavirus.

La Reserva Federal, presidida por Jerome Powell, anunció este martes que debatirá iuna inicativa para apuntalar el flujo de crédito para los hogares y empresas, mediante la compra de títulos comerciales y pagarés de corto plazo, instrumentos que las compañías utilizan para financiarse.

El pasado domingo, en una medida extraordinaria, la Fed de EEUU redujo nuevamente las tasas de interés para llevarlas a un rango mínimo de 0%, a la vez que presentó una serie de programas de absorción de deuda federal e hipotecaria de modo de impedir que la pandemia amenace el crecimiento económico de la principal economía mundial, cuyo peso es de un 23% del PBI global.

El programa de la Fed se enmarca en la potestad del banco central para establecer asistencia financiera de emergencia. Ponerlo en acción requerirá un acuerdo con ía la aprobación del secretario Steven Mnuchin, pues el Tesoro proporcionará USD 10.000 millones de su Fondo de Estabilización para financiar el crédito de la Reserva Federal.

“Los mercados de valores comercial financian directamente una amplia gama de actividades económicas”, dijo la Fed en un comunicado, en el que señaló que estos títulos privados proporcionan “crédito y financiamiento para préstamos para comprar automóviles e hipotecas, así como liquidez para satisfacer las necesidades operacionales de una serie de empresas”.

Por otra parte, se espera que el Departamento del Tesoro apruebe planes para retrasar la presentación de impuestos y los pagos, sin penalizaciones, más allá del 15 de abril.

“Esta facilidad de la Fed asegura que las empresas puedan obtener de la noche a la mañana la financiación que necesitan para cumplir obligaciones a corto plazo como el pago de salarios”, explicó a The New York Times Ernie Tedeschi, economista de políticas de Evercore ISI. Calificó la iniciativa oficial como “obviamente un paso positivo, obviamente necesario», ante el duro presente de la economía. “Lo único sorprendente es que les haya tomado tanto tiempo hacerlo”, agregó.