DEPORTES
29 de enero de 2015
Copa del Rey: El conejo, la bota y un 'detenido'
MADRID.-Noche tragicómica para el Atlético, eliminado por el Barcelona de la Copa del Rey (2-3), con Ansaldi en comisaría y Arda Turan perdiendo la cabeza.
A ver, por dónde empezamos... Porque claro, alguno pensará: 'Hombre, con la cantidad de cosas que hay para contar...'. Y el caso es que no le faltará razón, pero claro, encontrar un buen arranque no es fácil. Bueno, acaso lo mejor es soltarlo todo y a ver qué pasa. Ahí va: los entrenadores se enzarzaron por un conejo que era el balón; Arda Turan perdió la cabeza y le tiró una bota al asistente; Ansaldi pasó unas horas en comisaría, entre ellas las del partido, por un incidente con un policía; el estadio aplaudió las patadas de sus jugadores en la segunda parte y pidió «¡Otra, otra!» -patada- cuando alguien se llevó por delante a Messi; Gabi fue expulsado en el descanso, según él por decirle al árbitro algo y según el árbitro por decírselo señalándole con el dedo, el Fondo Sur...
Bueno, lo del Fondo Sur, intentando que los jugadores salieran a saludar al final del partido es lo de menos. Pero todo lo otro es tremendo. Por ponerlo en orden, el cronológico vale como cualquier otro. Primero, la expulsión de Gabi. «Simplemente le he dicho: 'Jesús, es penalti y expulsión'», contó el jugador, aunque Jesús, que así se llama Gil Manzano -no entraremos en lo de Jesús Gil- puso en el acta que se dirigió a él «señalándome con el dedo», y entonces, claro, ante tamaña ofensa, le enseñó la segunda amarilla y le expulsó.
Después viene lo de Arda. Nada más comenzar la segunda parte, a saber qué se le pasó a esa criatura por la cabeza para coger su bota -la izquierda, por si a alguien le interesa el dato- y lanzársela al árbitro asistente. Le pasó por encima de la cabeza al destinatario y casi se muere del susto Pedro Pablo, el delegado del Atlético, que andaba por allí llamando a algún suplente y casi se encuentra el botazo en sus partes. El árbitro, por cierto, le enseñó amarilla al turco en otro despropósito más -del árbitro, se entiende-. Poco después, por las emisoras de radio empezó a contarse lo de Ansaldi. El argentino, que lleva mes y medio lesionado, debió tener algún percance con un policía. El caso es que vio el partido, si es que le dejaron, en la comisaría de la Policía Municipal que hay a menos de un kilómetro del estadio. Al cierre de esta edición, el club trataba de echarle un cable.
¿Qué más cosas? Pues a ver. Quedó bastante fea la segunda parte porque el Atlético jugaba con 10 y el público se dedicó a ovacionar las patadas de los suyos, especialmente las que tenían como destinatario a Neymar, del que se acordaron después todos los jugadores rojiblancos. «Sólo hace gestos cuando va ganando, y eso no está bien», dijo Gabi. «Algún día va a tener algún problema, pero bueno, si es su forma de jugar...», expresó Cani, que debutó. El brasileño fue el blanco de todas las iras rojiblancas -se enfrentó con medio equipo-, y eso que fue su entrenador, el del Atlético, el que decretó que en la segunda parte no había que ganar. «Jugamos sin aspiraciones por orden mía. Con la intención de no encajar y sin la intención de marcar», dijo Simeone, y se quedó tan pancho.
Por último. Queda lo del conejo. Pues lo del conejo no es otra cosa que el nombre que le puso Luis Enrique al balón. «El balón botaba como un conejo, pero somos especialistas en ver botar balones como conejos, porque nos pasa en todos los partidos que jugamos fuera», dijo el asturiano. Informado del tema como no podía ser de otra manera, luego salió el Cholo para rematar. «Sólo hubo partido en la primera parte, y jugamos casi siempre en campo rival, aunque dijeron que el balón era un conejo, ¿no?». Se rió y se marchó.
Fuente:FMF- por EDUARDO J. CASTELAO
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