La primera jornada de la temporada convocó hoy a cientos de barilochenses, con marcado predominio de jóvenes, y también muchas familias. Muchos cumplieron por primera vez con gusto el ritual de otros inviernos, incluido la madrugada jpara salir de noche rumbo al cerro.

Desde Capsa evaluaron que la gente se comportó muy bien -era una de las dudas- y casi no fue necesario formular advertencias en relación al uso de tapabocas y el distanciamiento obligatorio.

A la enorme cantidad de nieve, que llega a los 80 centímetros en la base y 2 metros en la cumbre, se sumó un cielo despejado como se dejó ver pocas veces en lo que va del invierno. Algunos esquiadores y snowboardistas destacaron que las pistas estaban bien preparadas pero reclamaron “que se abra toda la montaña, aunque no haya turistas”.

Si la fase de prueba funciona, el primero de agosto se habilitarían otros servicios en el cerro Catedral. Foto: Marcelo Martínez

La preparación de las instalaciones insumió mucho trabajo, justamente por la acumulación de nieve, y hubo algunos problemas en la playa de estacionamiento, que fue despejada a medias y quedó chica para tantos autos.

En contraste con otros momentos de “cerro a pleno”, fue notoria la falta de servicios. En las pistas no hay oferta gastronómica y sólo tres paradores tienen baños habilitados. Algunos esquiadores pidieron utilizar el sanitario de un local que permanece cerrado, junto a la estación superior de la séxtuple. Un empleado les daba permiso con la aclaración de que “no hay agua porque los caños se congelaron”.

Una hora antes de la apertura formal del cerro, ya había cola en los medios de elevación. Foto: Marcelo Martinez

Algunos observaron que las complicaciones se pueden agravar el fin de semana, cuando por lógica debería subir más gente. En la base está permitida la actividad comercial, pero muy pocos locales abrieron al público.

Unos pocos bares y restoranes funcionaron con entrega de pedidos en modalidad “take away” y la gente debía consumir de pie en la plaza o en las calles de la villa. Porque no hay sitio alguno donde sentarse. Algunos llevaron viandas y quisieron sacarlas en plena montaña para comer en algún espacio apartado y sin riesgo, pero les dijeron que estaba prohibido.

Muchos esquiadores pidieron la "apertura de toda la montaña pese a que no haya turistas". Foto: Marcelo Martinez

El mensaje tácito pareció ser “aguantate y comé cuando termine la jornada”. La Gendarmería aportó personal propio para ordenar la circulación y orientar a los visitantes en la base.

En la montaña trabajó personal de Capsa y también colaboraron instructores y alumnos de Aadides, todos con el cometido de “escalonar” a la gente y evitar “aglomeraciones”. Uno de ellos destacó que estaba todo dado para “disfrutar de la nieve, por abundancia y calidad, como hacía años no se veía”.

Dijo también que la apuesta de todos es que “la prueba salga bien” y a partir del 1 de agosto el municipio empiece a habilitar las escuelas de esquí y otras actividades comerciales.

Mucha nieve y un cielo despejado, en la apertura del cerro. Foto: Marcelo Martinez

Varios de los esquiadores que aprovecharon hoy el primer día de nieve en Catedral dijeron que era “raro y distinto” compartir la experiencia sólo entre barilochenses, ya que no hay turismo en la ciudad y el cerro só permitió el acceso con pase de residentes.

Uno de ellos dijo que “aun así estaría bueno que Capsa habilite más medios y pistas, que además sería lo ideal para la gente se distribuya y no haya concentraciones”.