DEPORTE
21 de agosto de 2020
Williams vendio la F1 a un consorcio estadounidense
El Williams de Nicholas Latifi en acción en el GP de España. Foto: AF
El fondo de inversión Dorilton Capital pasó a ser el principal accionista de la tradicional escudería británica que en la actualidad está muy lejos de ser competitiva.
Williams, uno de los equipos más tradicionales de la Fórmula 1, anunció este viernes que fue comprado por el fondo de inversión estadounidense Dorilton Capital, en una adquisición que persigue el propósito de devolverle a la escudería británica su gloria pasada.
"Dorilton Capital es conocida por el enfoque a largo plazo de sus inversiones, y su objetivo principal será devolver la competitividad al equipo", explicó Williams, cuyos resultados deportivos en los últimos años habían sido muy discretos. El equipo había sido puesto en venta en mayo pasado ante la crisis económica desatada por la pandemia de coronavirus.
A través del mismo comunicado, el equipo aseguró que este acuerdo cuenta con "el apoyo unánime de la junta de Williams, que incluye a Sir Frank Williams".
Claire Williams, la actual jefa de equipo de la escudería. Foto: Reuters
En lo que va de la actual temporada, la escudería británica es la única que no sumó puntos en la Copa de Constructores, ya que sus dos pilotos, el británico George Russell y el canadiense Nicholas Latifi, no pudieron terminar entre los diez primeros.
"Estamos encantados de haber invertido en Williams y muy entusiasmados con las perspectivas de negocio. Creemos que somos el socio ideal para la empresa debido a nuestro estilo de inversión flexible y paciente, que permitirá que el equipo se concentre en su objetivo de volver al frente de la parrilla", explicó el presidente de Dorilton Capital, Matthew Savage.
Frank Williams, el hombre que armó una de las estructuras más poderosas de la F1. Foto: AP
Williams, que mantendrá su nombre pese a sus nuevos dueños, ingresó en la Fórmula 1 en 1977 de la mano de Frank Williams.
A principios de los 80 logró sus primeros títulos de la mano de Alan Jones (1980) y de Keke Rosberg (1982) y llegó a convertirse en la estructura más fuerte de la categoría en los 90.
Los mejores pilotos de aquellos tiempos querían subirse a sus butacas porque sabían que tendrían con qué ir por el título. La última consagración de la escudería fue en 1997 con Jacques Villeneuve como gran figura.
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