«¡Fascistas, idiotas, malditos!», «¡Te rompo la cara!». En el Parlamento italianose oyeron, en la madrugada del sábado, los peores insultos de la historia republicana en el trascendental debate sobre las reformas constitucionales, con un caos y enfrentamiento total entre los partidos.

Toda la oposición se mostró enfurecida contra el primer ministro,Matteo Renzi, quien se presentó a las dos de la madrugada en la Cámara de Diputados y fue objeto también de burlas de la oposición, que lo llamó «matón».

En la sesión se vio de todo: riñas, gritos, insultos y expulsiones. Las imágenes no dejaron lugar a dudas, mostrando una lucha tipo rugby entre miembros de diversos partidos. Y menos mal que se trataba de reescribir 41 artículos de la Constitución, que en buena regla debería ser aprobada con la colaboración y respeto recíproco de los diputados...

Al final, en una segunda sesión parlamentaria, fueron aprobadas las enmiendas a los 41 artículos de la reforma constitucional, que incluyencambios sustanciales en las autonomías y en el Senado. EnItalia desaparece el llamado bicameralismo perfecto y quita poder a las regiones con transferencias, que vuelven a pasar al poder central.

El Partido Democrático de Matteo Renzi se quedó solo, con la Cámara semivacía por la ausencia de los partidos de oposición, que hacían obstruccionismo para bloquear las reformas. Una imagen que supone una «herida institucional», consideran muchos diputados, lo que no es una buena tarjeta de visita para una reforma constitucional que, en principio, exige encontrar fórmulas compartidas.

Falta un último trámite, un voto final a la ley sobre la reforma que se producirá en marzo en la Cámara de Diputados, donde el Partido Democrático cuenta con mayoría absoluta.

Referéndum

Matteo Renzi no se amilana ante el duro enfrentamiento. Frente al rechazo de la oposición responde, con su estilo directo y altanero, vía Twitter: con un referéndum final serán los ciudadanos los que decidan si están con Renzi o con quienes desean y buscan su caída. El primer ministro subraya además que, desde hace años, la clase política dice que se deben hacer las reformas, pero nunca las ha realizado, por eso la mayoría de gobierno no puede sufrir el chantaje de quien desea que todo siga igual. Renzi tiene clara su estrategia: «Seguiremos adelante con las reformas, aunque estemos solos».

Fuente:EFE