Los déspotas buscan un mito, un enemigo, a quien culpar del virus. Sin embargo, si algo hemos aprendido es que la acción colectiva es lo único que puede cambiar las cosas

Las campanas de alarma están sonando en Europa y hay algunas señales de peligro en los Estados Unidos, pero los expertos dicen que aún es demasiado pronto para decir qué sucederá en los próximos meses. Mucho depende de nuestro comportamiento social. 
Las crecientes cifras de coronavirus en Europa han provocado "una llamada de atención" ante la posibilidad de la llegada de una segunda, y devastadora ola de coronavirus.

Durante el transcurso de la pandemia, los expertos en salud pública han temido que pudiera seguir el patrón establecido en la famosa 'Gripe española' de 1918-19, que mató a aproximadamente 50 millones de personas en todo el mundo. En ese caso, una segunda ola masiva de un virus de influenza en el otoño causó muchas más muertes y enfermedades que la primera ola de primavera.

“ Realmente no hemos salido de nuestra primera ola”, dijo Josh Michaud, Director Asociado de Política de Salud Global de la Kaiser Family Foundation, una organización benéfica nacional e independiente de atención médica en Washington DC.

"No es muy preciso hablar de una segunda ola porque todavía estamos en niveles muy altos de transmisión", agregó. "Lo que sería más apropiado es decir que existe la posibilidad de un aumento de casos más allá del alto nivel de casos que tenemos ahora".

Si bien el número de casos ha caído significativamente en los Estados Unidos desde el pico de julio, el número de nuevos casos reportados diariamente sigue siendo alto, alrededor de 45,000. Las muertes, aunque todavía muy por debajo de sus niveles máximos de primavera, promediaron entre 850 y 1,000 por día a mediados de septiembre, mucho más de lo que se informó a principios de julio.

Con casi 200,000 muertes, Estados Unidos tiene la cifra de muertos más alta del mundo.

Como ha sido el caso desde el inicio de la pandemia, la situación varía de un estado a otro. Los casos reportados en Nueva York, que era el estado más afectado al principio, se han mantenido bajos durante meses. Algunos de los lugares que más sufrieron a principios del verano, incluidos Arizona, Florida, Texas y California, han experimentado desde entonces fuertes caídas. Mientras que otros estados en el Medio Oeste y las Grandes Llanuras (Dakota del Norte, Dakota del Sur, Missouri e Iowa) a los que les había ido mejor en la primavera, ahora haya visto aumentar su número.

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La escena global
A nivel mundial, la situación es preocupante. El viernes se estableció un nuevo récord de infecciones diarias por coronavirus, con 315,000 reportados en 24 horas. Eso está muy por encima del promedio de 250,000 casos que se presenciaron en julio y agosto.

Francisco España, un paciente de covid-19 de 60 años, mira el Mar Mediterráneo en la costera ciudad de Barcelona. Después de casi dos meses de estar sedado y conectado a vías intravenosas en la unidad de cuidados intensivos del Hospital del Mar, España pudo tener unos minutos para llenar sus pulmones enfermos de aire fresco.

El número de infecciones confirmadas en todo el mundo se acerca a los 30 millones, mientras que más de 942,000 personas han muerto desde que surgió el coronavirus en China a fines del año pasado.

A medida que se reanuden los viajes aéreos entre algunos países, por negocios y vacaciones, la transmisión internacional también podría aumentar. Esa es ciertamente la preocupación en Europa, donde el Reino Unido anunció el viernes nuevas restricciones regionales a las reuniones sociales después de que el número de nuevos casos diarios alcanzó el nivel más alto desde mediados de mayo.

Los casos también han aumentado de manera alarmante en Francia, que registró 10,593 casos el jueves, el número diario más alto desde que comenzó la pandemia. España registró el miércoles 239 nuevas muertes por coronavirus, el número más alto desde junio.

Los casos de coronavirus también siguen siendo altos en América Latina y Asia, donde Brasil e India son las fuerzas impulsoras detrás de los números. Perú, Colombia y Argentina han reportado más de medio millón de casos cada uno.

Comportamiento social
Dicho esto, la relajación de las medidas de cierre en algunos estados, como bares y restaurantes que reanudan el servicio en interiores, así como la reapertura de universidades y escuelas, ya está provocando picos regionales de casos de covid.

“La verdad es que la transmisión de este virus depende completamente de nuestro comportamiento y lo que hacemos ahora cambia la forma en que se verá la epidemia dentro de un mes”, dijo Michaud.

Si bien las personas más jóvenes, que tienen menos probabilidades de verse gravemente afectadas si están infectadas, representan actualmente la mayor proporción de casos nuevos, todavía se teme que se produzcan muchos más casos de enfermedades graves si el virus se propaga a grupos mayores y más vulnerables.

“Si las personas se toman en serio el distanciamiento social, si usan máscaras y se toman en cuenta los lugares de alto riesgo como bares y restaurantes, entonces se tiene un efecto sustancial en la transmisión. No es algo que nos pase a nosotros. Sucede gracias a nosotros. Entonces, todo depende del comportamiento y del cumplimiento de las pautas de salud pública que sabemos que funcionan. Si los ignoramos, seguro, podríamos ver un aumento masivo de casos ”, agregó.