Cuando sonó el silbatazo final en Elland Road, los dos técnicos estaban empapados de pies a cabeza por la lluvia.

Marcelo Bielsa se acercó a Pep Guardiola y le puso las manos sobre los hombros. Fue como si el mentor quisiera una evaluación instantánea de su discípulo.

Pero seguramente la mente de Guardiola era todavía un remolino de pensamientos, tras un encuentro emocionante y ofensivo de principio a fin.

Y probablemente tampoco estaba muy contento de que su multiestelar Manchester City hubiera empatado 1-1 ante un Leeds recién ascendido por Bielsa. De hecho, Leeds se ubicó en el quinto puesto y City en el undécimo.

“Tal vez él es mucho más listo que yo”, dijo Guardiola, al recordar su fugaz encuentro con Bielsa junto a la línea de banda. “Necesito tiempo para procesarlo”.

No será difícil descifrar por qué el City, campeón de la Liga Premier en 2018 y 2019, recibió el tanto del empate a los 59 minutos ante un equipo que disputaba apenas su cuarto partido en la máxima categoría, tras un exilio de 16 años.

El arquero brasileño del City, Ederson, despejó tímidamente con los puños un saque de esquina ejecutado por Kalvin Phillips, lo cual permitió que Rodrigo controlara el balón y lograra su primer tanto con el Leeds. El español se incorporó recién, en un fichaje récord para el club.

“Tuvimos que encontrar un esfuerzo físico inmenso par ser capaces de hallar la paridad o de ser ligeramente mejores que el City durante medio partido”, dijo el argentino Bielsa, cuya relación con Guardiola comenzó en 2006, antes de que el español alcanzara la grandeza como estratega del Barcelona.

City se había colocado arriba a los 16 minutos con con un gol de Raheem Sterling, quien disparó junto al poste desde el borde del área.

Ahora, la misión de Guardiola es reclamar el trofeo de la Liga Premier que le arrebató el año pasado el Liverpool. Sin embargo, se ubica ocho puntos debajo del Everton, el líder temprano gracias al despertar de James Rodríguez.

El colombiano anotó dos veces y asistió a su compatriota Yerry Mina en otro, para que el Everton venciera al Brighton por 4-2, su cuarta victoria consecutiva en el arranque de la temporada en la Premier.
Junto con su avance en la Copa de la Liga, Everton lleva su mejor comienzo de campaña desde el siglo XIX, con siete triunfos en siete partidos. Los Toffees, que ganaron por última vez el campeonato inglés en 1987, encabezan ahora la tabla.

Everton tiene el máximo anotador en las cinco mayores ligas de Europa luego que Dominic Calvert-Lewin anotó de cabeza a los 16 minutos para poner arriba a los anfitriones con su noveno gol de la temporada en todas las competencias.

El arquero Jordan Pickford tuvo la culpa en el gol de la igualada de Neal Maupay, cuando no retuvo una volea de Leandro Trossard que rebotó en el césped.

Pero los colombianos le rescataron cuando el tiro libre de James fue rematado de cabeza por Mina en el alargue de la primera mitad.

James aumentó su cuenta a tres goles desde que llegó del Real Madrid con un par de remates junto al poste en la segunda mitad tras centros de Alex Iwobi y Abdoulaye Doucoure.

Yves Bissouma anotó el otro de Brighton con una excelente volea.

También el sábado, Ben Chilwell anotó un gol y dio el pase para otro, mientras que Jorginho anotó dos penales, en la victoria el de Chelsea 4-0 sobre Crystal Palace.

El lateral Chilwell anotó el primero del partido a los 50 minutos en su debut con Chelsea en la liga y su centro fue rematado de cabeza por Kurt Zouma a los 66 para el segundo.

Jorginho añadió el tercero desde el punto de penales a los 78 luego que Tammy Abraham fue derribado por Tyrick Mitchell.

Abraham esperaba poner uno en su cuenta cuando Mamadou Sakho cometió falta sobre Kai Havertz en el área minutos después. Pero el capitán César Azpilicueta intervino y le dio el balón a Jorginho, que es el designado para ejecutar los penales por el equipo y convirtió a los 82 el cuarto.

Chelsea tiene siete puntos en cuatro partidos y Palace tiene seis.

En otro partido, Newcastle venció 3-1 a Burnley, que ha comenzado la temporada con tres derrotas.

Originalmente estaba previsto que este fin de semana se permitiera el regreso de algunos aficionados al graderío, como ha ocurrido ya en Alemania. Pero las puertas en la Premier siguieron cerradas por órdenes del gobierno, ante un repunte en las infecciones de COVID-19.