Daniil Medvedev le asestó un golpe a Rafael Nadal, le ganó la segunda semifinal del Masters de Londres de tenis al español por 3-6, 7-6 (4) y 6-3 y se metió en la definición contra el austríaco Dominic Thiem, que previamente había derrotado al serbio Novak Djokovic por 7-5, 6-7 (10) y 7-6 (5). Este domingo cerrarán el certamen, que se juega sobre cancha dura en el O2 Arena de la capital británica y reparte 5,7 millones de dólares en premios.

El español, con la derrota, suma -y pierde- un año más en la búsqueda de ganar el único gran título que le falta. Pese a ser uno de los dos jugadores con más Grand Slams en la historia (20), nunca pudo ganar el Masters, del que fue finalista en 2010 y 2013 cayendo con Roger Federer y Djokovic, respectivamente.

Para el ruso (número 4 del mundo) fue además la primera victoria en su carrera contra el actual 2° del ranking, que le había ganado los tres choques anteriores.

Basándose en la habitual potencia de su saque, Medvedev intentó adueñarse de las acciones y tomó la iniciativa, pero Nadal mostró su habitual repertorio defensivo y de fortaleza física que lo convierte en una amenaza incluso cuando no tiene el control del juego.

Así, pese a los embates del ruso, Rafa (que salvó tres break points en el tercer game) llegó al quiebre en el octavo, se adelantó 5-3 y pudo cerrar a su favor el primer parcial.

Lejos de amedrentarse, el último campeón del Masters 1000 de París arrancó la segunda manga con todo: apenas cedió un punto en sus tres primeros juegos al servicio y, gracias al quiebre del segundo game, se adelantó 4-1.

Sin embargo, y pese a que tuvo una gran chance de ponerse 5-1, Nadal evitó que le rompiera el servicio y, además, le propinó dos quiebres a su rival para adelantarse 5-4 y sacar para partido.

Pero allí, curiosamente para un hombre de su fortaleza y frialdad mental, dejó ir su saque en cero y todo decantó en un tie-break en el que Medvedev prevaleció.

Nadal se va cabizbajo. Cosechó 20 Grand Slams, múltiples Copas Davis y un oro olímpico, pero sigue sin ganar el Masters. Foto EFE

Con el saque de su lado (metió un 70% de primeros servicios) y un Nadal que ni siquiera pudo tener la comodidad de jugar con el suyo tanto como hubiera querido (56%), pero también con una profundidad y una precisión que vino mostrando toda la semana, Medvedev quebró en el séptimo game, lo defendió con facilidad y Nadal, contra las cuerdas y arriesgando en el noveno juego, terminó cediendo el match.

Fue la confirmación -aunque se hayan presumido varias y siempre los Tres Mosqueteros lo hayan terminado desmintiendo- de que tal vez ahora sí empiece a llegar la hora de la Guardia Nueva. La de Thiem y Medvedev será una final inédita para el torneo.

Porque antes, el vigente campeón del US Open libró una batalla contra el líder del ranking. Fue desde el primer punto una batalla titánica en la que la fuerza del austríaco era contrarrestada por la ductilidad del serbio. La paridad en el primer capítulo fue tal que llegaron al 11° game sin haber generado oportunidades de break. En ese game, Thiem tuvo la única, la concretó gracias a una volea defectuosa de su rival y luego cerró con su servicio.

Para Djokovic, campeón este año en Dubai, Cincinnati, Roma y el Abierto de Australia (superó en la final a Thiem), la cuesta se tornó empinada, sobre todo porque su rival parecía más entero y enfocado en el segundo set. Pero el mejor jugador del planeta jamás se dio por vencido y hasta tuvo dos set points en el 12° game, aunque no pudo aprovecharlos, y así la definición del la manga se trasladó al tie break.

Dominic Thiem jugará por segundo año consecutivo la final del Masters de Londres. (Foto: Andy Rain / EFE / EPA)

En el desempate, Thiem remontó un 4-2 adverso y tuvo dos match points: perdió el primero tras un gran saque de Nole e hizo una doble falta en el segundo. Luego tuvo dos oportunidades más de cerrar el capítulo, pero tampoco las aprovechó y el balcánico no lo perdonó: se impuso por por 12-10 y mandó la lid al set definitivo.

En este capítulo, la acción corrió a toda velocidad: en apenas media hora se habían consumido 10 games sin una sola oportunidad de rotura. Djokovic estuvo cerca en ese 11° juego, pero con 30-30 en el marcador lanzó una devolución larga y gritó, como no lo había hecho en todo el partido.

Impávido, el austríaco llevó el encuentro otra vez al tie break. Pero lo empezó de la peor manera, con una doble falta. Djokovic logró cuatro puntos consecutivos y parecía que tenía en el bolsillo el boleto a la final, pero entonces llegó su naufragio.

Thiem respondió con una racha de seis puntos seguidos y, tras uno a favor de su adversario, terminó asegurándose la victoria en su quinto match point. De este modo, accedió por segunda vez en su carrera al partido decisivo del Masters: el año pasado cayó ante el griego Stefanos Tsitsipas. En cambio, Djokovic dejó pasar por quinto año consecutivo la chance de igualar a Roger Federer, máximo ganador de este certamen con seis títulos.

“Fue una batalla mental. Jugar contra estas leyendas y en busca de una final acá es algo muy especial. Pensé que después de mi primer gran título en Nueva York, tal vez estaría un poco más tranquilo, pero eso fue un error, supongo. Estaba tan apretado y tan nervioso como antes”, reconoció Thiem tras su triunfo.

“Él hizo todo bien desde el 0-4 (en el tie-break del tercer set). Tengo que sacarme el sombrero y decir 'felicitaciones'. De hecho, no jugué mal en ningún punto después del 4-0. Pensé cada punto, le pegué a la pelota, no la empujé, pero él simplemente la rompió, jugó muy bien”, elogió Djokovic a su rival.

El rival de Thiem para el duelo del domingo surgirá de la otra semifinal, que desde las 17 disputarán el español Rafael Nadal y el ruso Daniil Medvedev.