El fabricante de automóviles francés, perteneciente al Grupo Volkswagen, ha anunciado que ha agotado oficialmente su producción después de vender la última unidad de las 450 fabricadas.

En concreto, el último modelo denominado La Finale será el Grand Sport Vitesse, un Veyron descapotado con 1.200 CV de potencia. La firma ha anunciado que será expuesto en el Salón del Automóvil de Ginebra, que abre sus puertas la próxima semana.

Después de comprar Bugatti en 1998, el Grupo Volkswagen ha revivido la lujosa marca fundada originariamente por el diseñador Ettore Bugatti. El objetivo era desarrollar un vehículo potente capaz de superar los 400 kilómetros por hora, con estilo y cómodo de conducir. Una meta que parece haber cumplido con creces. El primer Veyron fue presentado en 2005 y fue la manera que tuvo Volkswagen de demostrar al mundo que podía competir a todos los niveles de la industria del automóvil.

El precio medio de los 450 superdeportivos producidos es de 2,3 millones de euros cada uno, por lo que el Veyron se ha convertido en uno de los coches más caros del mundo. La última unidad la ha adquirido un cliente de Oriente Medio, aunque la mayor demanda desde su lanzamiento ha provenido del mercado europeo (prácticamente la mitad).

En un comunicado, el presidente de Bugatti, Wolgang Duerheimer, ha tenido palabras para uno de los superdeportivos más exclusivos jamás fabricado. "Un capítulo sin precedentes en la historia de la automoción ha alcanzado su clímax. Incluso diez años después de lanzarlo al mercado, el Veyron sigue siendo único en muchos aspectos", subrayó.

El Grupo Volkswagen, segundo fabricante mundial, está trabajando para suceder al Veyron y hacer una máquina todavía más potente. El nuevo modelo podría ver la luz a finales de este año o a principios de 2016.
Es innegable que el Bugatti Veyron ha dado prestigio a la marca y al grupo automovilístico, pero el estatus adquirido no ha sido gratuito. Según Bloomberg, los costes de producción por cada vehículo fueron aproximadamente de 4,6 millones de euros. 

Había muchas ganas en Bugatti de vender  el último Veyron que les queda en el garaje. Desde que en 2005 se presentase ante en el mundo, este espectacular coche, famoso por sus luchas por el récord de velocidad, ha sido el capricho de los 450 millonarios que se lo han podido permitir. Ni uno más. Y es que con un valor que ronda los dos millones, por fin se entrega la última unidad, a la que han llamado 'La Finale' y que será exhibida antes de nada, dónde si no, en Ginebra.

Bugatti Veyron Grand Sport Vitesse de 2014

En principio iban a ser solo 300 unidades, una limitación que se amplió a 450 cuando se añadieron las versiones Grand Sport y Grand Sport Vitesse. No obstante, mientras que los primeros coupés se vendieron uno detrás de otro (en 2011 ya habían sido todos entregados), los 150 descapotables no tuvieron la misma acogida.

Hace un año, en Bugatti decían que estaban tranquilos. Aún les quedaban 40 unidades por vender pero confiaban en matricularlos en doce meses. Tenían razón. Eso sí, sabían que hasta que no entregasen el último, la marca no iba a dar el paso adelante de lanzar su siguiente modelo. Por suerte para Bugatti, el Veyron es un coche que desean todos los coleccionistas, y poco importaba que los LaFerrari, McLaren P1 o Lamborghini Veneno de la competencia se agotasen a las pocas semanas de salir. Ellos seguían otro ritmo.

Bugatti Veyron Grand Sport Vitesse de 2012

Al final, en el tiempo que se habían marcado, aparece un millonario de Oriente Medio y se hace con el último Gran Sport Vitesse, un superdeportivo de 1.200 caballos con un valor que ronda los dos millones de euros. Como es la última unidad, la han denominado 'La Finale', la cual será exhibida en el Salón de Ginebra antes de entregársela a su definitivo dueño.

El coche más rápido del mundo

Con un motor de 16 cilindros, 8 litros de cubicaje y 1.001 caballos, el Bugatti Veyron podía acelerar de 0 a 100 en 2,7 segundos y llegar a los 407 kilómetros por hora. Casi nada. A esa velocidad máxima, el coche tenía tan solo 12 minutos de autonomía, en los que podía recorrer, como mucho, 100 kilómetros. No es de extrañar por tanto que tuviese un consumo medio homologado de 16,2 litros.

Bugatti Veyron Rembrandt Bugatti de 2014

En 2010, la versión Bugatti Veyron Super Sport protagonizo una sonada lucha por entrar en el libro de los récords como coche de producción más rápido. Y vaya si lo hizo. Consiguió rodar a 431 kilómetros por hora en Alemania, eso sí, con la limitación electrónica desactivada, razón por la cual Guiness le quitó el título en abril de 2013, ya que las normas exigen que el vehículo que se presente a la prueba sea exactamente igual que el que se comercializa.

De modo, que la prueba oficial se consideró nula, y el título Guiness le fue devuelto automáticamente al SSC Ultimate Aero TT, que había conseguido hacerlo anteriormente en 412 kilómetros/hora. No obstante, en Bugatti seguirían reivindicando su escalofriante registro.

Bugatti Veyron Rembrandt Bugatti de 2014

El 14 de febrero del año pasado, el Hennessey Venom GT le arrebató el récord al superar los 435 km/h en el centro espacial de la NASA de Cabo Cañaveral. La marca no estuvo exenta de polémica, puesto que en esta ocasión el coche (1.244 caballos) no recorrió la pista en ambos sentidos. A pesar de todo, el Veyron pudo mantener el récord de aceleración de 0 a 100 kilómetros/hora en 2,5 segundos.

Un superdeportivo muy caro

El Bugatti Veyron será siempre recordado por su popularidad entre las celebridades que han podido pagar su precio, estimado entre 1,5 y 1,7 millones de euros. Algunos deportistas del más alto nivel, comoCristiano Ronaldo, Benzema, Andrés Iniesta, Eto'o, o el boxeador Floyd Mayweather, pudieron hacerse en su momento con un ejemplar.

Vídeo de Samuel Eto'o con su Bugatti Veyron

Pero a pesar de haber sido el coche más caro del mercado, el Veyron le ha hecho perder a Bugatti 4,65 millones euros por unidad según un informe de Bernstein Research en 2013. La cifra lo convirtió en aquel entonces en coche menos rentable por unidad de toda Europa.

En cualquier caso, llegaron a lanzar siete versiones especiales del Veyron. Además del Veyron Super Sport (que fue el más rápido del mundo en carretera), se lanzaron la versión Venet, la reciente Veyron Vinceró, la Bleu Centenaire de Ginebra en 2009 (en conmemoración del centenario de Bugatti), las quince unidades del Sang Noir de 2008 (un homenaje a un modelo Bugatti de los años 30), la Pur Sang 2007 (sin pintura en la carrocería), y la Veyron Vitesse, que ha comprado el multimillonario de Oriente Medio.

Bugatti Veyron Rembrandt Bugatti de 2014

Ahora la historia tendrá su punto y aparte. Volkswagen, que adquirió Buggati en 1998 con el objetivo de desarrollar un coche que superase los 400 kilómetros/hora, se plantea crear otro supercoche para, en esta ocasión, superar en un 25% la potencia del Veyron Sport Vitesse (cuyo motor ya entregaba unos impresionantes 1.200 caballos). La idea es presentar el nuevo modelo a finales de este año o, como tarde, a principios de 2016.