POLITICA
29 de diciembre de 2020
Cómo es la fórmula de movilidad jubilatoria que se vota hoy en Diputados
Los haberes tendrán un aumento real si suben los salarios y la recaudación tributaria por encima de la inflación.
Los jubilados no tendrán con la nueva fórmula un piso que les asegure no perder contra la inflación.
El oficialismo en la Cámara de Diputados busca darle sanción este martes al proyecto de ley de movilidad previsional, sin cambios, tal como fue sancionada por Senadores.
De ser así, a partir de enero las jubilaciones, pensiones, asignaciones familiares, AUH, Pensión Universal al Adulto Mayor (PUAM) y las pensiones no contributivas –un universo de 18 millones de personas- se ajustarán cada tres meses, en marzo, junio, septiembre y diciembre de acuerdo a una nueva fórmula.
Los puntos sobresalientes para el cálculo de los futuros aumentos son salarios, la recaudación impositiva que va al sistema y los ingresos totales de la ANSeS. De las dos primeras de esas variables (salarios y recaudación) dependerán los aumentos de marzo, junio y septiembre. En diciembre habrá o no un ajuste según lo que pasó con tercera variable, la recaudación total de la ANSeS.
Cómo se calcula el aumento
La nueva fórmula si bien se asemeja a la que se aplicó entre 2009 y 2017, contiene algunas variantes.
Fija que los aumentos se calcularán en un 50% según la variación de los salarios INDEC y RIPTE de Seguridad Social, de ambos el mejor, y el otro 50% según la variación de la recaudación tributaria que va a la ANSeS, por beneficiarios.
Diciembre, mes clave
Pero, en diciembre, se comparará el aumento de los haberes del cuarto trimestre de cada año, con la recaudación total interanual de la ANSeS, menos los aumentos de los tres trimestres anteriores. Y en ese caso, para diciembre, se elegirá el porcentaje menor.
Así, por ejemplo, si los primeros tres aumentos trimestrales arrojaron una suba de 25 puntos, el del cuarto trimestre de 5 puntos y la recaudación interanual total de la ANSeS fuera del 26%, el aumento de diciembre no será de 5 puntos, sino de solo 1, o sea, tendrá un descuento de 4 puntos. En lugar de 30, el aumento será de 26.
En tanto, si fuese a la inversa, y la ANSeS recauda más, por ejemplo, 32%, el aumento de diciembre de 5 puntos se mantiene sin cambios y el del año queda en 30.
En definitiva, al final de cada año, los aumentos podrían ser inferiores a las mejoras de los trabajadores activos, o inferiores al crecimiento de la recaudación de la ANSES.
Por ejemplo, en 2010, 2011, 2012 y 2014, las jubilaciones aumentaron menos que los salarios formales. En 2013, 2016 y 2017 pasó lo contrario.Y en 2015 hubo empate.
Inflación
En cuanto a inflación, la fórmula no contiene ninguna cláusula de compensación por la suba de los precios. Si los aumentos de las jubilaciones y demás prestaciones son inferiores a la inflación, no hay ninguna corrección de los haberes y los beneficiarios de todo el sistema – 18 millones de personas – tendrán una caída real en los beneficios que perciben. Es lo que pasó en 2014 y 2016 cuando la inflación fue entre 8 y 9 puntos superior a los aumentos de la fórmula.
Qué puede pasar
Si los salarios y la recaudación tributaria crecen por encima de la inflación, los jubilados y demás beneficiarios tendrán un aumento real en sus beneficios. Pero ese aumento podría ser inferior a la mejora de los salarios, si los ingresos totales de la ANSeS son más bajos y en diciembre haya que efectuar un ajuste.
Si pasa lo contrario, y la inflación se dispara, volverán a perder en términos reales frente al incremento de los precios.
En períodos expansivos y de baja inflación, las jubilaciones y demás prestaciones sociales tendrán un aumento real. Y en períodos recesivos y de alto incremento de los precios, tendrán una fuerte caída real por la ausencia de un piso inflacionario. Sumado a que se aplica el menor porcentaje entre el primer tramo de la fórmula y la recaudación total de la ANSeS.
Actualización
La ley no contempla ninguna recomposición por la pérdida que tuvieron todos los beneficiarios del sistema con el cambio de la fórmula durante 2018 y 2019 y con los aumentos por decreto de este año.
Entre 2018 y 2019, todas las jubilaciones y prestaciones sociales tuvieron una pérdida frente a la inflación del 19,5%. Y con los 4 aumentos por decreto de 2020 las jubilaciones mínimas tuvieron un incremento del 35,3% y las máximas del 25,3%.
En consecuencia, según lo que arroje la cifra de inflación de diciembre, la jubilación mínima podrían empatarle a la suba de los precios, pero las jubilaciones superiores a los $ 20.000 tendrán una pérdida que en el caso de las máximas podría ser de 10 puntos, por encima de lo perdido durante 2018 y 2019. Y como los futuros aumentos se otorgarán sobre niveles jubilatorios en distintos niveles deprimidos-- entre un 19,5% y 24,5%, sin ninguna recomposición- la pérdida de los últimos tres años se prolonga de por vida.
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