Rojo y naranja arman una dupla que jamás pasa inadvertida. Los dos colores se potencian para armar equipos que se llevan sin distinción de estilos, horarios ni generaciones.

El rojo viene pisando fuerte desde hace varias temporadas. Se impuso en las últimas red carpets antes de la pandemia en los vestidos más impactantes firmados por los grandes de la moda como Zuhair Murad, los Dolce & Gabbana o Lanvin.

Todo esto, sin dejar de mencionar a la marca italiana Valentino para la cual el rojo es parte de su ADN. El legendario diseñador ha hecho de los rojos su único color fetiche y hasta se ha creado el “rojo Valentino“ en su honor.

Formal. Camisa de seda con mangas tableadas (Jazmín Chebar), pantalón de gabardina (Las Pepas), cartera de charol (Uma), sandalias de charol (Mishka). Foto: Martín Bonetto.

Desde el 2020, el rojo se ha instalado prácticamente como un básico del vestidor y los trajes pantalón en este color se han convertido en el uniforme de las mujeres más fashionistas. Laurita Fernández ha posado en sus redes con su traje rojo en varias ocasiones y la primera dama Fabiola Yáñez sorprendió en una de las actividades de su agenda con un traje rojo con top fucsia.

Alto impacto. Top de algodón con mangas puff (Clara Ibarguren), pantalón de eco cuero con cinturón (Brava), sandalias de cuero (Micheluzzi), aros de metal (Luna Garzón). Foto: Martin Bonetto.

El naranja es otro color que arrasa en el mundo de las tendencias. Al igual que el amarillo y el azul Klein, se ha instalado como uno de los nuevos tonos de moda. En la red carpet de los Grammy el domingo pasado la cantante Megan Thee Stallion fue una de las más fotografiadas de la noche con su vestido naranja de los italianos Dolce & Gabbana.

El modelo, strapless y al cuerpo, tiene un tajo XXL, al mejor estilo Angelina Jolie. Pero atención: el naranja es un color todo terreno que también se ve mucho en looks más informales como monos o pantalones con crop tops o tejidos livianos. Otra fan indiscutida del naranja es la supermodelo Emily Ratajkowski, quien lo usa mucho en su línea de trajes de baño.

Clásico. Blazer de gabardina (Las Pepas), camisa de seda natural (Las Pepas), pantalón de gabardina (Vitamina), sandalias de charol (Mishka). Foto: Martin Bonetto.

Era imposible que dos colores tan fuertes no se unieran para convertirse en unos de los protagonistas del momento. La mezcla está pensada para mujeres fanáticas de la moda y de las últimas consignas que se ven no solo en la pasarela, sino también en las cuentas de las influencers más seguidas del momento como la italiana Chiara Ferragni quien es fan de los tonos brillantes.

Elegante. Vestido de creppe (Giesso), trench de gabardina (Brava), sandalias de charol (Justa Osadía). Foto: Martin Bonetto.

¿Los mejores tips para usarlos? Las más clásicas tienen que hacer del rojo su color base y luego jugar con el naranja como complemento. Un vestido rojo puede llevar accesorios naranja y un traje rojo una camisa naranja, de manera tal que el más clásico sea el que tenga prioridad.

Las más fashionistas en cambio pueden permitirse hacer del naranja su color principal y que el rojo pase a segundo plano. ¿Ejemplos? Un mono naranja puede llevar detalles colorados (un collar, un pañuelo, un sombrero) o un traje pantalón naranja puede jugar con un top o una musculosa debajo en rojo.

Sexy. Top de seda (Kosiuko), pollera lápiz de algodón (Clara Ibarguren), aros argollas (Luna Garzón). Foto: Martin Bonetto.

Para el fin de semana, la libertad crece y se puede jugar con pantalones informales, shorts, tejidos como cardigans o chalecos (se vienen con todo), vestidos informales e incluso maxicamisas. El cuero no queda ajeno a ninguno de estos colores ni tampoco texturas con brillo como el lúrex, la seda natural e incluso, los pailletes. Rojo y naranja es una apuesta segura y nadie quiere quedarse fuera.