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DEPORTES

19 de marzo de 2015

Ganar mirando a La Meca

ESPAÑA.-Muchos genios invocaron a Alá en momentos cruciales de sus carreras deportivas dueño del compás, a izquierda o derecha, que se desata entre la meditada calma.

"Mira, mira a Arda Turan". El talento que imagina un gol que no acaba siendo sólo por la demora de Mario Mandzukic. "¡Oh! Qué bueno es Arda". 


El esforzado peón que en partidos así presiona hasta salir del campo en camilla. "Bravo, Turan, no para". 

El devoto que evita observar toda la tanda de penal para rezar a Alá mirando a La Meca. "¿Pero ése es Arda?".

En efecto, lo era. El martes frente el Bayer Leverkusen, ante la extrañeza de la afición del Calderón y de varios de sus compañeros, el mediapunta decidió dirigirse a su Dios desde el centro del terreno de juego mientras el Atlético se jugaba el pase a cuartos de la Champions. 
No se debió la sorpresa al hecho de que profese el Islam, religión mayoritaria en su país, Turquía, pero sí al súbito ejercicio de fe, pues nunca se había declarado creyente fervoroso.

España Calderón reza ante  durante el partido

"Sí, soy musulmán. Hago el Ramadán, aunque hay días en los que no puedo ser muy estricto por mi trabajo", decía a la revista Líbero hace un año, mientras, en las mismas fechas, confesaba a la revista GQ turca que lee el Corán por las noches. Hasta el último partido apenas había exhibido su convicción, sólo en breves oraciones tras grandes victorias, como las logradas la temporada pasada en las semifinales de la Champions en Stamford Bridge o en la final de la Copa del Rey.

Turan, al igual que otros futbolistas contemporáneos como Karim Benzema, Frank Ribery, Yaya Touré o Mezut Özil, vive el Islam con normalidad, sin querer ser elevado a modelo para el resto de creyentes como fueron en el pasado algunos deportistas. Por principios u obligados por los tiempos y las políticas restrictivas de sus países, en décadas anteriores varios campeones fueron tratados como predicadores, dedicándose incluso tras la jubilación a esa labor.

Fuente: El Mundo



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