La firma australiana Fortescue, del empresario Andrew Forrest, anunció este lunes una millonaria inversión de más de 8.400 millones de dólares en Argentina con el objetivo de producir hidrógeno verde.

La inversión, que se desarrollará principalmente en la provincia de Río Negro, fue anunciada en el marco de la cumbre mundial COP26 que se realiza en Glasgow, Escocia, donde representantes de la firma se reunieron con el presidente Alberto Fernández y el Ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas.

El ex capitán de Los Pumas Agustín Pichot fue clave para conseguir la millonaria inversión, una de las más importantes de los últimos 20 años.

Qué es el hidrógeno verde y para qué sirve

Si bien muchas personas están familiarizadas con la energía eólica y solar, son pocos los que conocen en profundidad la importancia del hidrógeno verde.

Conocido también como hidrógeno renovable o e-Hydrogen fue destacado por Bill Gates en el libro 'How to avoid a climate disaster' ("Cómo evitar un desastre climático"), como la mejor innovación de los últimos años para combatir el efecto invernadero.

El hidrógeno es el elemento químico más abundante en el universo. Las estrellas, como nuestro Sol, están formadas principalmente de este gas, que también puede tomar estado líquido.

El hidrógeno tiene tres veces más energía que la gasolina. Se trata de una fuente de energía limpia, ya que solo libera agua (H2O), en forma de vapor, y no produce dióxido de carbono (CO2), por lo cual será clave para combatir los efectos del calentamiento global.

ALBERTO FERNÁNDEZ ANUNCIÓ LA MILLONARIA INVERSIÓN.

¿Se puede usar masivamente el hidrógeno verde?

El hidrógeno verde presenta algunas dificultades para ser utilizado masivamente. En primer lugar, es considerado peligroso por ser altamente inflamable, por lo que transportarlo y almacenarlo es todo muy difícil.

Las dificultades para producirlo es el otro problema. En la Tierra el hidrógeno solo existe en combinación con otros elementos. Está en el agua, junto con el oxígeno, y se combina con el carbono para formar hidrocarburos como el gas, el carbón y el petróleo. Por ende, hay que separar al hidrógeno de las otras moléculas para usarlo como combustible y se requieren grandes cantidades de energía, lo que lo hace muy costoso.

Antes se utilizaban hidrocarburos para generar este tipo de energía, por lo que producir hidrógeno verde, aparte de costoso, era muy contaminante. Pero hace unos años se empezó a producir hidrógeno a partir de energías renovables como el sol y el viento, usando un proceso llamado electrólisis.

El resultado de este proceso es el hidrógeno verde, que es 100% sostenible, aunque sigue siendo más costoso de producir que el hidrógeno tradicional.

La Unión Europea y Estados Unidos han comenzado a avanzar en planes nacionales de producción de este combustible renovable. La Unión Europea se comprometió a invertir 430.000 millones de dólares en hidrógeno verde entre ahora y 2030.

En tanto el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, prometió en su plan energético que se asegurará que "el mercado pueda acceder al hidrógeno verde al mismo costo que el hidrógeno convencional en una década, proporcionando una nueva fuente de combustible limpia para algunas centrales eléctricas existentes".