La situación es políticamente compleja: Martín Guzmán se resiste a que los gremios más grandes, cuyos movimientos son tomados como referencia por el resto, se encolumnen detrás de una reapertura masiva de paritarias.

Sería lo lógico: el ministro arrancó el año previendo una inflación del 29%, pero esa meta -y las que fue poniendo hasta hace poco- fueron claramente desbordadas por la realidad.
Guzmán tenía previsto que la inflación de noviembre fuera de 2%, y en todo caso preveía algún pequeño salto para el siempre complejo mes de diciembre. No fue lo que sucedió.
Algunos gremios, que hace algunos meses habían planteado acuerdos de 35% -e incluso del 45%- ahora ven que los salarios vuelven a perder contra la inflación. Una dura realidad que castiga a la mayoría de los trabajadores argentinos en los últimos cuatro años.
Por ahora no se aprecia un aluvión de sindicatos en busca de una nueva revisión de las pautas salariales, pero la presión existe.

Guzmán, en medio de las negociaciones con el Fondo y la aceleración inflacionaria, no quisiera que quede expuesta una carrera precios-salarios que ponga en peligro cualquier plan de estabilización del ya de por sí complejo escenario.

¿Qué está pasando? ¿Cuál es la realidad en los gremios? Un informe revelador de la consultora Synopsis -dirigida por el politólogo Lucas Romero- ayuda a comprender el panorama.

Los últimos acuerdos firmados (correspondientes al mes de octubre) tomaron como pauta aumentos del 49,4% en promedio. Contra 46,7% de septiembre, lo que da cuenta de la aceleración inflacionaria y de los reclamos sindicales.
"En la recta final de un 2021 que comenzó con muchísima incertidumbre, los denominados grandes gremios están muy cerca de lograr finalizar el año con los aumentos paritarios por encima de la evolución de la inflación, la cual se estima en torno al 46% anual", destaca el reporte de Synopsis.

Los ferroviarios y la UTA ejecutarán sus cláusulas de revisión antes de fin de año y podrán llegar aún más holgados, con las revisiones previstas para esta época del año.
El relevamiento de Synopsis da cuenta de un hecho que no debería pasar desapercibido para los empresarios.
"Los dirigentes sindicales quieren evitar un nuevo año con pérdida del poder adquisitivo luego de la pandemia y buscan que los aumentos no queden rezagados. Aspiran a que la promesa del presidente (Alberto Fernández), de que "los salarios le iban a ganar a la inflación", se cumpla".

¿Será así? Desde el plano político, la recién renovada CGT acaba de darle un espaldarazo al Presidente al organizar la convocatoria a la Plaza de Mayo, a mitad de semana, justo en momentos en que la figura presidencial aparecía cuestionada desde todos los frentes.

¿Acaso la CGT le jugará en contra y pondrá entre la espada y la pared a un Gobierno al que intenta fortalecer? Desde el gabinete económico suponen que no. Que Héctor Daer y los demás capitanes de la central obrera mantendrán ese apoyo político, que es oxígeno puro para Fernández.