Al menos por un par de horas, Rosario Central se puede dar el gusto de saborear la punta. En la última pelota de la noche rosarina, el Canalla superó 2-1 a San Martín de San Juan y volvió a subirse a lo más alto del torneo.

Franco Cervi, la grata revelación del equipo del “Chacho” Coudet, abrió el camino a los 36 minutos de la primera mitad, pero a los 33 del complemento igualó Facundo Pumpido, hasta que en el quinto minuto de tiempo adicionado Alejandro Donatti marcó el gol del triunfo.

Así, Central es el único líder con 21 puntos, dos más que Boca –mañana enfrenta a Nueva Chicago en la Bombonera- y tres por encima de San Lorenzo, que esta noche se mide con Racing.

Era cuestión de tiempo para que el local hiciera el primer gol, ya que estaba decidido a hacer la diferencia después de tres empates consecutivos y el visitante salió a aguantar, con réplicas muy aisladas.

El equipo de Coudet empezó siendo muy superior, generando situaciones como un tiro de César Delgado que el arquero desvió sobre el ángulo izquierdo, a los 6 minutos, y otro de Cervi que pasó junto al palo, a los 15.

Luego hubo un pasaje en el que San Martín equilibró la mitad de la cancha y estuvo a punto de convertir, a los 19, cuando tras un centro de Raúl Iberbia desde la izquierda no consiguió empujar la pelota Pumpido, con Mauricio Caranta descolocado.

Y cuando el desarrollo se tornaba monótono, sin llegadas, nació el pelotazo de Cristian Villagra, la disputa que terminó ganándole Marco Ruben a José Luis Gómez y el pase filtrado para que Cervi le picara la pelota al arquero para el 1-0.

En el segundo período, el entrenador Carlos Mayor hizo cambios ofensivos para emparejar la pulseada, pero si bien el anfitrión especulaba con ampliar la diferencia de contraataque y le cedía la posesión, el Santo carecía de profundidad.

Así y todo, un centro enviado por Eric Aparicio a los 33 minutos dio con la cabeza de Pumpido, quien le ganó la posición en área a Cristian Villagra y anotó el 1-1, silenciando al estadio.

El Canalla no tenía más remedio que volver a la carga y, aunque la igualdad parecía sellada, hubo un tiro libre sobre la derecha ejecutado por Gustavo Colman, una arremetida de Donatti y un testazo que se metió a la derecha de Luis Ardente en el quinto minuto de descuento.

El delirio que se desató en los hinchas fue bien representado por Coudet, quien había sido expulsado e ingresó al terreno de juego con la boca llena de gol.

En definitiva, si bien tuvo que sufrir hasta lo último por no haberlo liquidado antes, la de Central fue una victoria merecida porque tuvo más actitud y más ganas de terminar la noche festejando.