Los siete precandidatos a jefe de gobierno por el Frente para la Victoria (FPV) compartirán hoy el escenario del hotel NH Ateneo. La intención es mostrar una imagen de unidad, acorde con el clima que se vivió en la campaña.

El kirchnerismo pretende que el FPV sea la segunda fuerza más votada, pero también que Mariano Recalde, integrante de la conducción de La Cámpora, gane la competencia interna por goleada y termine tercero en la tabla general, detrás de los precandidatos de Pro. Si eso se da, se festejará como un triunfo. Si no, deberán esforzarse para sonreír.

Ese resultado le permitiría al kirchnerismo recuperar el segundo puesto perdido en 2013 a manos de UNEN. Hoy el rival a vencer es ECO, sucesor de aquella fuerza, y en particular, Martín Lousteau, que aparece en las encuestas muy cerca de Recalde.

La meta final es llegar a una segunda vuelta contra Pro. Nadie cree que se pueda ganar la jefatura de gobierno; sería una forma de reconfigurar el escenario de 2011: con Daniel Filmus como candidato, el FPV obtuvo 28 puntos en la primera vuelta y 36 en el ballottage, casi 30 puntos debajo de Mauricio Macri.

¿Cómo leer ese resultado como un triunfo de cara a las presidenciales? En el kirchnerismo tienen la respuesta: meses después de la derrota porteña en 2011, Cristina ganó las elecciones nacionales con el 54% y fue la candidata más votada en Capital, un distrito difícil para el Gobierno. En la competencia interna del FPV porteño también son claros los objetivos de cada sector. Con el apoyo del gabinete, de los principales presidenciables y el respaldo de la Presidenta, Recalde apuesta a superar el 50% de los votos de la PASO kirchnerista. Será un triunfo de La Cámpora, que por primera vez juega a una de sus piezas fuertes en la disputa por el gobierno de un distrito grande.

Dentro del esquema más cercano a la Casa Rosada compiten además Gustavo López, subsecretario de Relaciones con la Sociedad Civil, y la legisladora Gabriela Cerruti, que se perfila como compañera de fórmula de Recalde. Los tres llevan una lista unificada para la Legislatura, que encabeza el ministro de Trabajo, Carlos Tomada.

En la vereda de enfrente a ese armado, otros dos precandidatos a jefe de gobierno comparten boleta de legisladores. Son el legislador Aníbal Ibarra y el diputado Carlos Heller. En alianza con el ex canciller Jorge Taiana, referente del Movimiento Evita en Capital, resistieron la propuesta de la Casa Rosada para que hubiera una lista única de precandidatos a la Legislatura. Para que sus dirigentes vayan intercalados en la boleta que competirá en las generales, la lista legislativa que encabeza Edgardo Form deberá superar el 25% de los votos dentro del FPV. Si no lo hace, se quedarán con las manos vacías. O, lo que es peor, llenas de reproches.

El mapa del FPV porteño lo completan otras dos listas: una la encabeza el ex director del Cabildo Víctor Ramos, y la otra, Carlos Oviedo.