En la reunión que se celebra en el seno de la ONU, para tratar el establecimiento de un marco mundial para la reestructuración de deudas Soberanas, el Ministro solicitó un “marco y principios generales aceptados democráticamente por los países para las reestructuraciones de deuda”. “No puede ser otro que un organismo multilateral con una participación equitativa de los países el que entienda en estas cuestiones”, agregó.

En ese sentido, Kicillof agradeció a todos los representantes por comprender la necesidad de crear “una herramienta legal a nivel internacional” y porque “decidió intervenir en un problema que tiene que ver con el desenvolvimiento de la economía internacional”. El Ministro subrayó que “los fondos buitre son un parásito para el desarrollo y el crecimiento mundial. Son un obstáculo para los países en dificultades”.

En septiembre pasado, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU aprobó una resolución impulsada por la Argentina de condena a los fondos buitre y ordena realizar una investigación sobre sus actividades y sus consecuencias. Por otra parte, se ecominó la realización de un comité que analiza la creación de un marco multilateral de reestructuración de deuda soberana. 

"La situación actual es que pequeños fondos especulativo buscan trabar la reestructuración de deuda que está experimentando Argentina”, explicó Kicillof durante la reunión que se celebra en el seno de la ONU, donde se discute la iniciativa impulsada por el G77 + China a favor de dar forma a un mecanismo a nivel global que impida el accionar de los fondos buitre.

Para Kicillof el establecimiento de un Mecanismo de Reestructuración de  deuda “Exige una intervención urgente de todos los países en ámbitos plurales y democráticos, por su trascendencia internacional y por su relevancia histórica”.

Desde Nueva York, el ministro de Economía, Axel Kicillof, repasó los contextos históricos de la generación de deuda soberana para “entender cómo los fondos buitre se han convertido en un obstáculo”, dijo el Ministro.

“La banca privada comercial comenzó a prestar a los países en la década del ‘70 el excedente de dólares que no encontraba canalización rentable. Esa situación generó un crecimiento muy fuerte de la deuda. Entre 1979 y 1980 la Reserva Federal llevó la tasa de interés de 11% a 20%. Ese crecimiento de la tasa de interés generó un fenómeno muy complejo para los países emergentes con altos niveles de endeudamiento. Generó la llamada “crisis de la deuda externa”, explicó Kicillof, y recalcó que “estamos en la víspera de un cambio en las condiciones financieras internacionales vinculadas a un crecimiento de las tasas de interés en los países centrales. Es un riesgo que todas las deudas externas atadas a la tasa de interés se vuelvan más difíciles de pagar o impagables”.

“Luego, en la década del ’90 hubo un proceso de privatización y atomización de las deudas externas en los países. Esta transformación fue lo que explica la aparición de los fondos buitres y el extremado poder que han logrado en las finanzas internacionales”, detalló.

“En el 2001 Argentina tuvo un default sin precedentes en la historia moderna” del cual salió renegociando su deuda con el 93 % de sus acreedores, pero quedó un pequeño grupo que no aceptó negociar y tiene un “poder insoportable y pone en riesgo el proceso reestructuración de deuda que nuestro país encaró”.

El Ministro explicó que los buitres “forzaron la interpretación de la claúsula pari passu. Hoy dice que hay que pagarle a los holdouts al mismo tiempo que los que aceptaron la reestructuración. Existiendo esta interpretación jurídica, es imposible reestructurar una deuda porque nadie va a aceptar nunca un canje. No tiene sentido lógico, ni financiero. Sin embargo, los fondos buitre consiguieron que esto fuera convalidado por los tribunales norteamericanos”. “No hay muestra más clara de la inseguridad jurídica internacional que la reinterpretación de la claúsula pari passu”.

“Todos debemos trabajar en soluciones para que ningún país quede expuesto a ser atacado por minúsculos grupos financieros especulativos que de manera extorsivo impidan que un pueblo vuelva a levantar cabeza, que el desarrollo de ese país vuelva a ponerse de pie, que ese país consiga recuperar su capacidad de política económica y pueda enfocarla a problemas mucho más urgentes y que son para los cuales recurrimos a ese financiamiento, en primer lugar, que es el crecimiento de nuestros países, los proceso de inclusión social, los procesos de recuperación de la soberanía de nuestros países y de la dignidad de nuestros países”, concluyó Kicillof.