4 de mayo de 2015
Pese al anuncio sobre Ganancias, el oficialista Caló
La CGT Oficialista mantiene un paro 36 horas y crece la ola de conflictividad. El Gobierno falló en contener las negociaciones salariales por debajo del 30%.
El gremio "testigo" lanza su primera medida de fuerza. El sindicato mantuvo su reclamo de una suba del 32% y los empresarios no ofrecieron más del 25 por ciento. La huelga será nacional
as el fracaso de la nueva reunión paritaria del sector metalúrgico y la UOM, Antonio Caló, titular de la central gremial anunció un paro de 36 horas que comenzará el próximo miércoles.
La medida de fuerza, a partir de las 12, golpea fuerte al gobierno de Cristina Kirchner, que había intentado por todos los frentes contener la discusión salarial alrededor de un aumento paritario del 30%.
La decisión de Caló, principal referente de la CGT más cercana a la Casa Rosada, fue tomada después de que no llegaran a buen puerto las negociaciones con los empresarios del sector que fijaron en un 25% el tope de aumento para este año.
La propuesta de los privados está en sintonía con las ambiciones del kirchnerismo que busca contener los salarios para evitar que se dispare la inflación.
La medida de fuerza llega después de siete encuentros con los empresarios, donde ofrecieron subas del 25%, muy lejos del reclamo de los trabajadores.
A la salida del encuentro, el mismo Caló habló ante los periodistas y convocó a la primera medida de fuerza de peso que deberá enfrentar el gobierno y que complica aún más el panorama de las paritarias para este año.
En la puerta del Ministerio de Trabajo, Caló precisó que la huelga será acompañado por una movilización. "La negociación nunca se cierra, pero hoy no hay cuarto intermedio", apuntó.
La UOM reclama una suba del 32%. La propuesta de las seis cámaras industriales del sector sin embargo es del 24%. Un porcentaje que se aleja bastante al pedido gremial.
En las últimas horas la discusión tomó temperatura, luego de que el titular de la Unión Industrial Argentina (UIA), Héctor Méndez, saliera a poner un "tope" del 25% a las paritarias y se alineara, así, a los deseos del Gobierno.
Luego de ello el vicepresidente de la entidad fabril, Juan Carlos Sacco, endureció aún más la posición de los industriales y le pidió a la presidenta Cristina Kirchner que "dé un aumento por decreto".
Dirigentes gremiales rechazaron la actitud de parte del Ejecutivo de aceptar aumentos del 30%. Es que en un principio se había acordado ese tope. Quien había llegado a ese pacto fue el líder del Sindicato de Empleados de Comercio, Armando Cavalieri, con las cámaras del sector. Pero el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, lo rechazó.
Los bancarios ya anunciaron una medida de fuerza de 24 horas para la semana que viene y los Camioneros advirtieron que su "piso" en las paritarias será del 33 por ciento.
A su turno, José Ignacio de Mendiguren, otro vice de la UIA que hoy participa en la política como diputado nacional del massismo aseguró: "Yo soy respetuoso de las paritarias". Y agregó: "Cada sector en particular es tan distinto y, además, confío en la responsabilidad (sindical)".
Además, recordó que "Argentina estuvo años sin discutir paritarias porque los aumentos se daban por decreto", pero "hace más de diez años, doce años, que todos los años se convocan y se llegan a acuerdos, por lo que es un activo importante".
Protestas de otros gremios
La "mesa chica" de la CGT oficialista analizará este lunes la inquietante situación y uno de sus integrantes, el mercantil Armando Cavalieri, pedirá a sus colegas impulsar medidas de fuerza para quebrar los límites impuestos por la Casa Rosada.
El líder de Comercio es uno de los grandes afectados porque consensuó con las cámaras empresariales un aumento del 30%, en dos cuotas, pero la Presidenta lo vetó, tal como lo anunciara iProfesional.
En un intento por aplacar la ira de los gremios, el ministro de Economía, Axel Kicillof, anunció este lunes una reducción de entre 18 y 69 por ciento promedio de lo que pagan por Ganancias los trabajadores que ganan en bruto entre 15 mil y 25 mil pesos mensuales, que ya anunciaron paros.
Sin embargo, la medida fue vista como "insuficiente" por el poderoso gremio de La Fraternidad, que el 31 de marzo fue uno de los principales impulsores del paro contra el "impuesto al salario".
Trabajadores portuarios de la provincia de Rosario, el principal centro agroexportador de Argentina, amenazaban hoy con iniciar una huelga por reclamos salariales, en momentos en que los productores avanzan con la cosecha de la que sería una producción récord de soja.
La medida comenzaría a la medianoche, mientras los productores continúan con la recolección de una cosecha de 60 millones de toneladas del grano, según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
En sintonía con ello el secretario general de la Asociación Bancaria, Sergio Palazzo, ratificó que la semana próxima los trabajadores del sector realizarán un paro de 24 horas en reclamo del aumento salarial para 2015. Según el dirigente, en la actividad financiera el convenio salarial "terminó en diciembre. Y hasta hoy, no hubo una propuesta concreta del sector empresario".
Quienes también este lunes lanzaron un paro de 96 horas fueron los trabajadores del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA). Reclaman un aumento salarial "de no menos del 40 por ciento". "Llevaremos adelante un paro nacional de 96 horas, los días 4, 5, 6 y 7 de mayo del corriente, en defensa de los derechos de los trabajadores del organismo", informaron en un comunicado.
Paritarias estancadas
La situación de parálisis en la que se encuentran la mayoría de las paritarias llevó a la mayoría de los gremios que debían renovar sus convenios en marzo y abril a cuestionar al Gobierno, al que acusan de frenar las negociaciones salariales.
En este contexto, la actitud de los metalúrgicos concentrará las miradas en las próximas horas, ya que es seguida de cerca por los industriales y el resto de los gremios.
En las últimas semanas, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, intervino en la discusión en reiteradas ocasiones con el fin de que los sindicatos moderaran sus reclamos y aceptaran una cifra cercana al 25%, en sintonía con la postura del sector empresario.
El funcionario tuvo que bajar de su despacho a efectos de evitar que el nuevo fracaso se tradujera en una huelga lanzada por un sindicato aliado, si se tiene en cuenta que Caló conduce también la CGT oficialista.
A mediados de abril, el líder de la CGT oficial, definió un paro de 36 en el Congreso de Delegados de la UOM que se llevó a cabo en Mar del Plata, donde se escucharon críticas a la política salarial y a la reticencia a modificar Ganancias del Gobierno.
La fecha que había fijado Caló era para el jueves 23 de abril, pero la intervención de Tomada en la negociación, como una forma de presión política sobre la parte trabajadora, logró que la huelga quedara postergada.
El secretario adjunto de la UOM, Juan Belen, acusó a los empresarios de "jugar con los vencimientos de una administración de 2015", y denunció que buscan "achicar los costos del salario".
Ahora el gremio parece dispuesto a lanzar el paro, pese a las relaciones fluidas que mantiene con el Ejecutivo y la participación de sus líderes en las listas del Frente para la Victoria.
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