Después de tres meses de debate interno y varios borradores en danza, el Foro de Convergencia Empresarial (FCE) oficializó ayer un nuevo documento de propuestas que ya fue puesto a disposición del Congreso y de todos los precandidatos presidenciales.

El trabajo sostiene la necesidad de instrumentar una profunda reforma del Estado que favorezca la inversión privada y la creación de empleo. "No queremos un Estado débil o bobo, sino fuerte y eficaz", fue una de las consignas más repetidas durante la presentación ante la prensa. Aunque en varios tramos el documento propone enmendar numerosas políticas oficiales, como la Ley de Abastecimiento y la Ley de Mercado de Capitales, no asume una postura dogmática sobre la estatización de empresas que llevó adelante Cristina Kirchner.

De hecho, los empresarios consideraron que la continuidad de este esquema (que en el caso de YPF, Aerolíneas Argentinas y las concesiones de trenes, fue convalidado por ley) es un acto de respeto a las mayorías. La condición es que los servicios de dichas compañías sean prestados de manera eficiente y con reglas de juego uniformes.

Miguel Blanco, coordinador del FCE, hizo la presentación inicial, en la que fue acompañado por representantes de algunas de las 67 entidades que integran el Foro, como Jaime Campos (AEA); Claudio Cesario (Asociación de Bancos); Luis Etchevehere (Sociedad Rural); Guillermo Lipera (IDEA); Adolfo Ablático (ACDE) y Fernando Frávega y Máximo Fonrouge (Colegio de Abogados).

El paper presentado ayer responde a una demanda que casi todos los referentes políticosle transmitieron al sector empresario en 2013, cuando se puso en marcha el FCE. Los ejecutivos reconocen que los candidatos siempre fueron remisos a involucrarse en una agenda económica de tono corporativo si sus interesados no la convalidaban previamente por consenso. Por eso, como señaló Etchevehere, "la buena noticia es que los empresarios se comprometieron, y por escrito".

Blanco anticipó que el próximo objetivo es avanzar en temas más específicos. Hay un trabajo en preparación sobre Empleo e inclusión, en el que trabajan la Fundación Mediterránea y FADA; otro sobre Educación, hecho sobre la base de un amplio relevamiento a académicos, y un tercero sobre Narcotráfico e inseguridad.

Objetivos

Tal como señalaron Blanco y Campos, "sin un Estado eficaz, no hay desarrollo posible". El coordinador del FCE remarcó como concepto que Estado y Gobierno no deben ser lo mismo, y que "la ciudadanía no debe permitir que el gobierno de turno se apropie del Estado". El responsable de AEA, en tanto, también abogó por la independencia del Poder Judicial ya que "sin una justicia independiente no hay República". Cuestionó la embestida contra la Corte Suprema y el juez Carlos Fayt, y reclamó un respeto irrestricto de la legalidad.

Etchevehere, a su turno, destacó que el documento reclamaba un combate a la corrupción tanto en ámbitos públicos como privados, una de las condiciones necesarias para alcanzar una "institucionalidad fuerte". Remarcó la importancia de mejorar el federalismo, y de restaurar el control entre los tres poderes del Estado.

"Esto no está escrito en piedra, no es palabra santa -agregó el ruralista sobre el contenido del documento presentado ayer. “Es un aporte para que pueda ser enriquecido”. Blanco agregó que buscan crear un marco de referencia de mediano y largo plazo, por lo que las recomendaciones sectoriales quedarán a cargo de cada entidad.

Lipera, vice de IDEA, fue quien hizo énfasis en el deseo empresarial de romper el paradigma de que los privados quieren un Estado débil para que no los controle. Ablático, por su parte, recordó un concepto defendido por el ex presidente uruguayo Julio María Sanguinetti: “Hace falta tanto sector privado como sea posible, y tanto Estado como sea necesario”.

En ese sentido, todos reconocieron que debe preservarse la asistencia a sectores vulnerables, con transparencia y sin clientelismo. “El asistencialismo ayuda a paliar la coyuntura, pero si esas políticas perduran, son la evidencia de su propio fracaso. A largo plazo solo sirve fomentar el desarrollo y la inversión”, sostuvo Fonrouge.

Cesario, titular de ABA, planteó que el nuevo ciclo de crecimiento debe asentarse en un proceso sostenido de inversión. “Para los próximos diez años la Argentina necesita entre u$s 250.000 millones y u$s 500.000 millones. Vaca Muerta y las obras de infraestructura no se financian con los pesos que recauda el Estado, con lo cual los fondos tienen que salir del sector privado. Si se dan las condiciones sociales, económicas e institucionales necesarias, se podrían crear 3 millones de nuevos puestos de trabajo” en el país.

Consultados sobre la posibilidad de que el sector privado amplíe su presencia en los servicios públicos, a la luz del apoyo político que tiene el proceso de nacionalizaciones que impulsó el Gobierno, Blanco sostuvo que “hay que respetar la opinión de la mayoría. Pero si compiten con los privados, tienen que hacerlo con las mismas reglas”. Etchevehere complementó: “No nos cambia la vida que los trenes sean del Estado. Pero deben ser eficientes para que su costo no se vuelva una carga”.

Fuente:Agencias Buenos Aires