El gobernador bonaerense calificó como "situación desagradable" el entredicho con Randazzo, luego de que saliera a la luz un video en el que el ministro bromea ante los intelectuales de Carta Abierta con el problema físico de Scioli. Esto le provocó una dura reacción de Karina Rabolini, que lo destrozó en un programa de televisión.

"No quiero retroalimentar algo que ha sido una situación desagradable, fundamentalmente por el mensaje que se transmite, en un ámbito donde imagino que no era el espíritu de llevarlo a la lectura que tuvo. Sería contradictorio en mí no dar por superado, no aceptar las disculpas del caso", señaló Scioli consultado por radio La Red.

Luego, fue consultado sobre los "baños de humildad" en la interna kirchnerista y la definición de que competirá el 9 de agosto sólo contra Randazzo, pero Scioli lo sacó de carrera y se enfocó en la elección general. "Mi cara a cara es con Macri, ahí se confrontan dos visiones de país", sentenció.  
Para nada inocentemente, Scioli recordó que esta semana se cumple un nuevo aniversario de su asunción, junto a Néstor Kirchner, en el gobierno nacional. "Estoy trabajando en el gran desarrollo argentino. Ahí está puesto todo mi esfuerzo", afirmó. "No puedo perder de vista que la discusión de fondo es donde se tiene que elegir entre dos proyectos", agregó.

Otra vez sin inocencia, el ex motonauta destacó a "la política ferroviaria que lleva adelante la Presidenta", algo que ya había hecho Karina Rabolini en la entrevista donde le respondió a Randazzo. Se trata de un intento más que obvio de sacarle al ministro su principal bandera de campaña, que le sirve para mostrarse casi semanalmente junto a Cristina.

"Yo no borro a nadie, yo digo donde estoy poniendo el esfuerzo porque creo que esa es la verdadera discusión", dijo cuando le consultaron el ninguneo a Randazzo, y también a Massa. "Creo en las PASO para consagrar a los candidatos", aclaró.

El mandatario bonaerense y su entorno tienen el objetivo de polarizar con Macri, para crear un escenario en el que creen que podrían favorecerse. Pero al mismo tiempo, como reveló LPO, Scioli está muy tenso por las señales de la Rosada a favor de Randazzo y empieza a admitir que la interna quizás no sea tan sencilla como esperaba.

Es por eso que la semana pasada dio claras instrucciones a su tropa: no cruzarse con la Casa Rosada, no pedirle lugares en listas legislativas al Gobierno, y soportar las caricias de Cristina a Randazzo. 

En los últimos días, Scioli recibió dos nuevas señales de que Cristina está jugando fuerte por su competidor. El domingo, la Presidenta lo bajó del festejo de Juan Manuel Urtubey en Salta, donde sí estuvo Randazzo. Ayer, le regaló un escenario soñado al ministro en el acto por la "recuperación del sistema ferroviario nacional". Encima, deslizó algunas críticas al ex motonauta.