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30 de mayo de 2015

El Papa lanza reto de evangelizar con “lenguaje renovado” sin cambiar el Evangelio

¿Cómo estamos educando en la fe?, fue la pregunta que hizo este viernes el Papa Francisco durante la audiencia con los participantes de la plenaria del Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización, a quienes señaló que hay muchos pobres y personas en las periferias existenciales que “esperan el Evangelio que hace libre”.

“El desafío de la nueva evangelización y de la catequesis tiene lugar en este punto fundamental: cómo encontrar a Cristo, cuál es el lugar más coherente para encontrarlo y para seguirlo”, dijo Francisco en la Sala del Consistorio  del Palacio Apostólico.

El Papa recordó que el Espíritu Santo es el “protagonista de la evangelización” y también “el artífice del crecimiento de la Iglesia en la comprensión de la verdad de Cristo”.

“Él abre el corazón de los creyentes y los transforma para que el perdón recibido pueda ser una experiencia de amor para los hermanos”.

“La pregunta sobre cómo estamos educando a la fe, por tanto, no es retórica, sino existencial. La respuesta requiere valentía, creatividad y decisión para emprender caminos a veces todavía inexplorados”.

Por ello, “la catequesis necesita ir más allá de la simple esfera educativa, para educar a los creyentes, desde niños, al encuentro con Cristo, vivo y operante en su Iglesia”. Este encuentro “suscita el deseo de conocerle mejor y entonces también de seguirlo para ser sus discípulos”.

En ese sentido, se refirió al Jubileo de la Misericordia que prepara este organismo vaticano. “Un Año Santo que les he confiado a ustedes para que sea más evidente que el don de la misericordia es el anuncio que la Iglesia está llamada a transmitir en su obra de evangelización en este tiempo de grandes cambios”, afirmó.

“Estos cambios son una feliz provocación a acoger lo signos de los tiempos que el Señor ofrece a la Iglesia para que sea capaz -como ha sabido hacer en el curso de dos mil años- de llevar a Jesucristo a los hombres de nuestro tiempo”. Así, “la misión es siempre idéntica, pero el lenguaje con el que se anuncia el Evangelio pide ser renovado, con sabiduría pastoral”, dijo el Pontífice.

En su opinión, “esto es esencial sea para ser comprendidos por nuestros contemporáneos sea para que la Tradición católica pueda hablar a las culturas del mundo de hoy y ayudarle a abrirse a la perenne fecundidad del mensaje de Cristo”.

Francisco dijo que aunque “los tiempos son de grandes desafíos”, “no debemos tener miedo ha hacer las cosas”, puesto que “sólo en la medida en la que nos encarguemos de ello seremos capaces de ofrecer respuestas coherentes elaboradas a la luz del Evangelio”.

El Pontífice subrayó que “esto es lo que los hombres esperan hoy de la Iglesia: que sepa caminar con ellos ofreciendo la compañía del testimonio de la fe, que es solidaria con todos, en particular con los más solos y marginados”.

“¡Cuántos pobres esperan el Evangelio que hace libre!”, exclamó y añadió: “¡Cuántos hombres y mujeres, en las periferias existenciales generadas de la sociedad consumista atiendes nuestra cercanía y nuestra solidaridad!”.

Si el Evangelio “es el anuncio del amor de Dios que, en Jesucristo, nos llama a participar de su propia vida”, la nueva evangelización “también es esto: tomar conciencia del amor misericordioso del Padre para convertirnos nosotros también en instrumentos de salvación para nuestros hermanos”.

El Papa afirmó que es algo que por el bautismo se siembra en el corazón de todos los cristianos para que “tenga mucho fruto”.

Sobre la catequesis explicó que es “el espacio interior del cual la vida de los cristianos madura para que tenga experiencia de la misericordia de Dios”. No es “una idea abstracta de misericordia, sino una experiencia concreta con la cual comprendemos nuestra debilidad y la fuerza que viene de lo Alto”.

Para ello el Pontífice animó a pedir ayuda, que es ya “el primer paso que la misericordia de Dios hace en nosotros”. “Él viene a salvarnos de la condición de debilidad en la que vivimos”. Y “su ayuda consiste en el hecho de acoger su presencia y su cercanía”. 

Fuente:Secretaría de prensa Vaticano



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