La designación del Secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini, como compañero de fórmula del gobernador bonaerense Daniel Scioli sacudió al mundo político y económico. Tras la decisión de la presidenta Cristina Kirchner de poner como vice de Scioli a uno de sus asesores de mayor confianza, el oficialismo se encolumnó y salió a celebrar la “continuidad” del proyecto. Casi como si el apoyo total a su rival en las PASO, el ministro del Interior y Transporte Florencio Randazzo, no hubiera existido. La oposición destacó que significa un avance del “kirchnerismo duro” y los mercados se derrumbaron.

El índice MERVAL cayó 1,69% y el dólar paralelo arañó los 13 pesos. En sintonía con la plaza local, las acciones de empresas argentinas que cotizan en Wall Street bajaron hasta un 7,3%. Y los bonos argentinos bajaban un 1,3% promedio, con los mayores descensos para el Discount en dólares (casi un 3%) y el Bonar 24 (1%). El banco Barclays dijo a sus clientes que la figura de Zannini los “obliga” a bajar sus expectativas sobre “la probabilidad de un acuerdo negociado” el año próximo por la deuda en default.

En paralelo al desencanto en los mercados, el kirchnerismo celebró. Zannini dijo que consultó con Cristina y que aceptó la candidatura. “Es un orgullo compartir la fórmula con alguien que hizo lo mismo con Néstor Kirchner”, sostuvo. El senador Juan Manuel Abal Medina aseguró que lo “sorprendió” el anuncio pero que “expresa con mucha claridad la continuidad del proyecto”. El intelectual K Ricardo Forster afirmó que fue una “señal muy clara al establishment económico, mediático y financiero”.

La oposición coincidió en que se trata de un “sinceramiento”. “Scioli no podrá presentarse como agente del cambio”, dijo el precandidato presidencial de la UCR Ernesto Sanz. Y su par del GEN, Margarita Stolbizer, agregó que “cerró filas con el cristinismo duro”.