Icertidumbre, caos y cautela. Con esas tres palabras podría resumirse el clima que se vivió este miércoles, considerado "el día D" tanto por terminales como por concesionarios, que esperaban con ansias la normativa que actualizara el piso a partir del cual comienza a regir el impuestazo a los 0Km, que se mantenía sin cambios desde el arranque del año. 

Para el sector, que el Gobierno finalmente diera a conocer las nuevas escalas del tributo era crucial: sin esa modificación, entonces desaparecían los cambios introducidos seis meses atrás y se volvía a la situación que imperaba a inicios del 2014.
 

Y esto, para sorpresa de toda la industria, fue lo que terminó ocurriendo: la administración kirchnerista, en una decisión inesperada, no introdujo ninguna actualización y el impuestazo volvió a “foja cero”. 
 

¿Qué significa esto? 
• Que una gran cantidad de modelos que antes no estaban incluidos en el tributo, pasaron a estarlo. Incluso los más económicos. 
• Esto se debe a que, tras la devaluación de 2014, los autos más vendidos acumularon un alza de precios promedio del 60%. 
• De modo que el viejo piso de tributación (es decir aquel que regía en 2014) es el que ahora está volviendo a aplicarse pero para 0Km con precios “nuevos”. 
• Además, introduce una fuerte dosis de incertidumbre, porque ni las terminales ni los concesionarios fueron informados por el Gobierno sobre cuándo sobrevendrán las modificaciones. 
• Esto significa que, en tanto y en cuanto no se actualice el gravamen y no se fijen las nuevas escalas a partir de las cuales un vehículo comenzará a tributar, no habrá precios de referencia y el mercado quedará virtualmente paralizado. 
Un baldazo de agua fría
 

El cuadro de situación es crítico para esta rama de actividad: con un impuestazo que se retrotrajo a los niveles de 2014, todos los autos que hoy tienen un valor de venta superior a los $240.000 pasan a estar alcanzados por la medida.
 

Cabe recordar que, hasta el martes, esa escala se ubicaba en los $278.000. 
Este cambio no es menor, dado que si la cotización del vehículo sobrepasa ese umbral (ahora $240.000), automáticamente es "captado" por el gravamen, lo que provoca una disparada en su precio de venta que puede llegar a ser del 50%.
 

El problema es que ahora el impuestazo estaría aplicándose sobre un mercado en el que los precios subieron 60% promedio el último año y medio. Es decir, se está dando en estos días la peor de las combinaciones: 0Km más caros (por el alza de costos) y un piso del tributo más bajo. 

A comienzos de 2014 los vehículos que sobrepasaban ese techo de $240.000 eran principalmente los de alta gama. En cambio, en la actualidad, al no haberse introducido ningún cambio, pasan temporalmente a quedar afectadas más de 100 versiones que hasta ahora no estaban alcanzadas. 
Incluso, lo más preocupante del actual cuadro de situación, es que el “olvido” del Gobierno provocó que cayeran dentro del gravamen varios modelos de fabricación nacional, lo que podría implicar -de no corregirse- un durísimo golpe a la industria automotriz.
Sin dudas, son malas noticias para esta rama de actividad, que acumula un desplome en los niveles de producción de más del 16% en lo que va del año. 
Según el listado de precios de ACARA, algunos de los modelos “Made in Argentina” que desde este martes pasaron a estar formalmente alcanzados por el tributo y, en consecuencia, podrían sufrir una disparada de precios, son: 
• Citroën C4 Lounge (cinco de las seis versiones) 
• Ford Focus III (diez de las doce versiones)
• Peugeot 308 (ocho de las diez variantes)
• Peugeot 408 (nueve de las diez opciones)
El nivel de incertidumbre que se apoderó de este sector también se debe a que pasaron a estar incluidos vehículos masivos, que hasta el momento venían “zafando” con cierta comodidad. En este grupo se encuentran, entre muchos otros: 
• Ford Ecosport, con casi la totalidad de la gama
• Ford Fiesta, con cinco alternativas
• Renault Duster, con nueve de un total de once opciones.
• Fiat 500, con tres opciones
• Chery Tiggo, con dos versiones
Para el mercado, este nuevo escenario significa un verdadero baldazo de agua fría, dado que, como se observa, muchas de las SUV chicas, que se habían transformado en las grandes estrellas del mercado, también pasan a quedar afectadas por el impuesto, algo que no hará más que alejarlas del bolsillo de los argentinos. 
Crónica de un día agitado 
El 1° de julio era uno de los días más esperados por el sector automotriz. A un año y medio desde que se fijara el impuestazo a los autos 0km, se especulaba con que el decreto se actualice y, de esta manera, la base mínima imponible se elevara por lo menos un 15%.
De esta manera, el miércoles todo el sector amaneció atento al Boletín Oficial para -en base a una medida que nunca llegó-, retocar los listados de precios y establecer un marco de certidumbre al menos para los próximos seis meses. 
Incluso, hay marcas como Honda que hace semanas tienen demorado el lanzamiento de su nueva SUV HR-V que a pesar de fabricarse en el país debió ser presentada primero en Brasil. 
Cuando directivos de terminales y concesionarios se desayunaron con que el Gobierno no había actualizado el impuestazo, la orden en toda la industria fue automática: suspender de inmediato las operaciones de facturación, tanto de las fábricas a las agencias, como de éstas últimas a los clientes. 
Así, el mercado se quedó sin precios de referencia para una gran cantidad de modelos y parte del negocio quedó virtualmente paralizado. 
 

La incertidumbre es tal que en muchos salones de venta directamente optaron por no responder a los llamados. 
 

El temor a desprenderse de stock de algunos modelos y no saber a qué precios podrán reponerlo, llevó a que los concesionarios en general desistieran de cerrar operaciones. A lo sumo, están tomando señas y hacen reservas pero sin precios cerrados, todo un riesgo para los compradores, que pueden quedar expuestos a un importante salto en los valores. 
 

En un concesionario oficial de Peugeot, ubicado en Palermo, ante cualquier averiguación por alguna versión del 408, los interesados recibían la misma respuesta: “Le tomamos los datos o puede llamarnos mañana”. 
 

“La situación es bastante caótica. El mercado se quedó sin precios, especialmente en lo que es gama media y alta. No sabemos cuándo se va a actualizar el impuesto o si van a tocarse las alícuotas. La orden que tenemos es frenar todo hasta que haya novedades”, se sinceró el gerente de ventas de una agencia de la marca francesa ante la consulta de iProfesional. 
En un concesionario oficial de Chevrolet de Caballito, el panorama que se vivía similar: para los modelos de baja gama, que siguen sin estar cerca del tributo, no había restricciones, dado que aun sin los cambios no existe el riesgo de que caigan dentro del gravamen. 
 

En cambio, para los vehículos con valores cercanos a los $240.000, que tras la falta de actualización psasan a estar a alcanzados por el gravamen, la decisión fue clara: suspender cualquier operación hasta nuevo aviso. 
 

Así es como desde el área de ventas estaban autorizados para dar precios, por ejemplo del Agile pero la situación cambiaba completamente cuando la consulta era por un Cruze. “Si podés llamarnos mañana o pasado, mejor”, fue la respuesta. La misma que se pudo escuchar, con algunos matices, en más de una agencia. 
 

En uno de los pocos concesionarios de Peugeot que tenían stock y que estaban dispuestos a comercializar, también hubo lugar para las sorpresas: un 308 de la línea Felline, que hasta el martes estaba al filo del tributo y hoy virtualmente quedó dentro del mismo, pasó de $275.000 a más de $310.000, es decir, un salto de casi 13% en apenas 24 horas. 
"Lo que pasa es que los valores oficiales de ACARA hoy no corren más, al menos hasta que se normalice la situación”, fue la respuesta del responsable de ventas ante la consulta sobre por qué esa unidad ya cuesta $35.000 más que el valor fijado por la automotriz. 
 

Nuevas dudas sobre los patentamientos
Según trascendió, desde el Ministerio de Industria se defendieron y aseguraron que habían dejado todo listo para dar a conocer la medida a tiempo.
 

Las trabas, de acuerdo con estas versiones, habrían sido causadas por la Secretaría de Legal y Técnica, que es la que da el "ok" definitivo antes de que una normativa se publique en el Boletín Oficial. 
 

Sin embargo, en el sector se resisten a creer que la no actualización del impuesto haya obedecido a una simple demora. Por el contrario, algunos directivos -que sólo aceptan a dialogar en estricto off the record- consideran que esta desprolijidad se trató en realidad de una decisión deliberada, originada en una serie de desencuentros que esta industria ha tenido con la administración K. 
 

El fracaso del plan ProCreAuto, el "faltazo" que pegaron más de 20 marcas al Salón del Automóvil y deslucieron un evento clave en el calendario internacional o el freno a las inversiones durante los tres últimos años -que recién se reactivaron en los últimos meses pero cuyos frutos los verá el próximo Gobierno-, son algunas de las razones que llevaron a un fuerte deterioro de las relaciones entre las empresas y el Ejecutivo. 
 

Independientemente de las causas, lo cierto es que la noticia de que el Gobierno no actualizó el tributo llegó en el peor momento, dado que las terminales estaban comenzando a definir los valores para una tanda de lanzamientos pautados para este segundo semestre, muchos de los cuales ya se presentaron oficialmente en el Salón del Automóvil.  
 

Además, este golpe al negocio tiene lugar en momentos en que el mercado está mostrando las primeras señales no sólo de estabilización, sino de recuperación. 
 

En efecto: según los datos de la Asociación de Concesionarios (ACARA), los patentamientos exhibieron un alza de casi 6% en junio respecto del mismo período del año pasado, cortando así una larga racha de caídas 

Fuente:Agencias Buenos Aires