INTERNACIONALES
9 de julio de 2015
El enojo de Francisco por el crucifijo “comunista” de Evo Morales
“No está bien eso”, señaló el sumo pontífice al recibir un crucifijo conformado por un martillo y una hoz, símbolo del comunismo. El objetivo del presidente boliviano era homenajear a un sacerdote asesinado en 1980.
El encuentro entre el papa Francisco y Evo Morales en Bolivia tuvo una inesperada cuota de tensión. Durante el encuentro en el Palacio del Quemado en La Paz, el sumo pontífice mostró su desagrado ante uno de los regalos del presidente boliviano.
“No está bien eso”, lanzó el ex arzobispo de Buenos Aires al recibir un crucifijo conformado por un martillo y una hoz, símbolo del comunismo. La cara de sorpresa del Santo Pontífice recibiendo el cristo de Morales fue interpretada como de estupefacción en las redes sociales.
Este regalo con trascendencia ideológica tenía en realidad una historia muy personal: un sacerdote jesuita asesinado por el régimen militar boliviano en 1980, el padre Luis Espinal, llevaba un crucifijo idéntico.
Espinal, nacido en España en 1932 y seguidor de la izquierdista teología de la liberación, fue secuestrado el 21 de marzo de 1980 por el régimen conservador boliviano de Luis García Meza. Tras ser torturado y asesinado, su cuerpo fue hallado al día siguiente en una autopista de La Paz.
Poco después de llegar a Bolivia el miércoles, el papa detuvo su convoy para orar en el lugar donde fue abandonado el sacerdote. Desde el papamóvil, el papa se dirigió a la multitud allí reunida y les pidió que recordaran a Espinal, al que describió como una víctima de intereses que no querían que luchara por la libertad de Bolivia.
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