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31 de julio de 2015

La depresión económica llegó a las Automotrices: No entregan autos

Con una capacidad ociosa elevada, en un contexto en el que se desploman las exportaciones y en momentos en que el mercado interno no reacciona, se hace cada vez más difícil encontrar en los salones de venta un amplio abanico de modelos y versiones.

No sólo eso: en las agencias ya carecen de toda validez los precios de referencia que, desde hace años, vienen siendo publicados diariamente por la Asociación de Concesionarios (ACARA). Hoy en día lo que impera es una suerte de “todo vale” que, claramente, termina perjudicando a los particulares. 


Si bien es cierto que el ritmo de patentamientos pareció mostrar un punto de inflexión en junio, cuando las ventas registraron un alza del 5%, los festejos por parte de las terminales rápidamente viraron hacia la preocupación. 


Los datos previos de julio exhiben una caída interanual cercana al 6%. Y si bien en las dos últimas semanas se esperaba una aceleración de la demanda –impulsada mayormente por la disparada del blue, que anima el cierre de operaciones-, los directivos del sector aspiran, como mucho, a salir “empatados”. 


¿La causa principal? La falta de stock, que impidió que ese creciente interés por parte de los particulares se tradujera en mayores ventas, dado que a la escasez de variedad y volumen que se evidencia en las agencias se suma que, para determinados modelos, las listas de espera ya superan los cinco meses. 


Demoras y sobreprecios
La cantidad de imprevistos que se adueñó del negocio de los 0km termina afectando el nivel de ventas. Y todo esto sucede pese a que en los últimos meses hubo lanzamientos muy esperados por los argentinos. 
Después de un 2014 donde se habían registrado pocos anuncios de trascendencia, este año sorprendió por la gran cantidad de novedades que comunicaron desde las automotrices. 


Sin embargo, tras anunciarse con “bombos y platillos”,  lo cierto es que hay un preocupante faltante de unidades. 
El caso más representativo es el del Volkswagen Golf, modelo que se esperaba durante el año pasado, pero que finalmente se lanzó en abril último. 


Sin embargo, tres meses después, es una verdadera odisea hacerse de este modelo, y hasta en los concesionarios aseguran que todavía no se ha cumplido con los pedidos realizados en preventa.


Las demoras llegan a tal punto que aquellos clientes que realizaron una reserva en mayo y que habían recibido el compromiso de entrega en no más de 60 días, hoy se encuentran con que desde las agencias les están pidiendo que los “banquen” otros dos o incluso tres meses más.


Esto, con el riesgo implícito de que cualquier variación en el tipo de cambio impacte en el precio final de la unidad, dado que las ventas no se facturan hasta que el vehículo no está en el salón. 


El Golf también es víctima de los “retoques”: hoy en día es prácticamente imposible encontrar una agencia que respete el valor sugerido por Volkswagen. 


En el caso de la versión Highline, que tiene un precio oficial de $287.000, hay puntos de venta que están exigiendo hasta $100.000 más, llevando su cotización real hasta los casi $400.000. 


Otro modelo que había generado gran expectativa pero sobre el que también se tendió un manto de dudas es la flamante Honda HRV, la primera SUV de su tipo fabricada en el país. 


Tras consultar en diversos puntos de venta sobre este modelo, que fuera presentado en el Salón del Automóvil de Buenos Aires, la respuesta fue unánime: todavía no hay entregas.


Se sabía que este año sería difícil para la marca en términos de manejo de stock, ya que uno de los objetivos principales era abastecer el mercado de Brasil, donde la HRV fue bien recibida. 


Sin embargo, la presentación en sociedad en la Argentina también generó muchas expectativas y se creó una demanda que hasta ahora está lejos de ser satisfecha, con demoras estimadas en hasta cinco meses. 


"Recién estamos programando las entregas para diciembre, pero no podemos tomar reservas porque no sabemos cuántas unidades vamos a recibir", explicó el vendedor de un concesionario líder.


En otra agencia sí aceptan reservas, pero con sobreprecios. La versión intermedia la están ofreciendo a $370.000, un 20% más que el valor oficial, con el agravante de que no es la cotización definitiva, sino que la misma puede variar una vez que se facture y se entregue el vehículo. 


Otro de los modelos que tampoco se encuentra fácilmente es el Ford Focus. El mismo se lanzó en el mercado pocos días después del último cambio al impuestazo.


La buena noticia es que las versiones tope de gama de esta nueva generación bajaron de precio, dado que los nacionales pasaron a tener una alícuota del 10% en lugar de una del 30%, como sucedía antes de junio. 


¿La mala? También es un problema encontrarlo en los concesionarios, hay pocas unidades disponibles y el valor oficial -pese a los cambios light en el impuesto- tampoco se respeta. 


"Lo que entró el mes pasado ya lo teníamos pre vendido y no sabemos cuándo vamos a recibir más stock", se excusaron desde un concesionario de Ciudad de Buenos Aires.


En este caso, los valores que se manejan para el nuevo Ford Focus también dejan al descubierto cómo está proliferando la costumbre de los sobreprecios.


Por una versión con caja automática valuada por la propia marca en $370.000, las agencias están aprovechando el escaso inventario para pedir hasta $410.000, es decir, un 11% más. 


Los problemas no son únicamente para los modelos más novedosos. En el caso de un producto con un largo recorrido encima, como la Chevrolet Tracker, la versión full tampoco está disponible. Sólo hay entrega inmediata para la 4x2 con caja manual.
¿El detalle? Por esta unidad ya se están pidiendo hasta $292.000, unos $30.000 pesos por encima del valor sugerido. 
El Gobierno mantiene su mirada en esta situación y ya les adelantó a las propias automotrices que la Secretaría de Comercio Interior avanzará con controles sobre las agencias. 


El problema es que la escasez de dólares no se resuelve, entonces la especulación en algunos eslabones de la cadena está a la orden del día y la falta de stock se profundiza.
Frente a este panorama, el consenso en el mercado es que este año se patentarán apenas 600.000 unidades, casi 85.000 menos que en 2014, constituyéndose en el peor nivel desde 2009. 

 

Contrapunto
La novedad es que, en esta oportunidad, las terminales no responsabilizan por los faltantes únicamente al Gobierno, que viene retacéandoles los dólares necesarios para bancar las compras de vehículos a Brasil, que abastece el 50% de la oferta doméstica.  


Si bien siguen advirtiendo que la ampliación del cupo de divisas no es suficiente para que el sector trabaje a pleno, entre las automotrices reconocen al menos que junio fue un mes positivo en materia de operaciones de importación. Así, sus críticas, poco a poco comienzan a dirigirse a los concesionarios. 


“El mes pasado ingresaron más unidades al país y distribuimos un stock mayor en la red de agencias. Pero las ventas minoristas de julio no están acompañando con la fuerza que esperábamos", advirtió el vocero de una automotriz europea bajo estricto off the record. 
En abril, por ejemplo, el ingreso de autos a la Argentina –principalmente desde Brasil- se había desplomado casi un 25% respecto a igual mes de 2014. 


En mayo, la caída fue del 15%. Sin embargo, en junio, se revirtió la tendencia: las importaciones de 0Km crecieron cerca de un 5%, poniéndole fin a una larga racha con números en rojo. 


En este contexto, desde las automotrices buscan defenderse con cifras en la mano y niegan ser las responsables de las largas demoras que padecen los compradores cada vez que se acercan a un punto de venta. 


Destacan que en el primer semestre entregaron a toda la red de concesionarios del país cerca de292.000 unidades, cifra que se ubica apenas 5% por debajo del acumulado de igual período del año pasado. 
Además, argumentan que despacharon prácticamente el mismo volumen de 0Km de producción nacional que en el período enero-junio de 2014, unos 131.000. 


Sin embargo, los datos de ACARA reflejan que, en ese mismo lapso, los patentamientos se derrumbaron 17%, mientras que si sólo se contabilizan los autos y se excluyen a los vehículos comerciales, la baja es mayor, del orden del 20%. 
“Los concesionarios están comprando más de lo que venden y son los primeros que se quejan de los faltantes”, dispararon desde la automotriz consultada. 


El malestar entre las terminales radica en que, justamente para esta época del año, esperaban una mayor recuperación en el nivel de ventas, de la mano de las mejoras salariales, que se actualizaron en promedio un 30%. Además, dicha recuperación era muy esperada, en un contexto en el que Brasil cada vez está comprando menos vehículos nacionales.

 
Directivos de terminales también se quejan de las políticas comerciales que vienen aplicando cada vez más concesionarios, que no respetan los precios sugeridos por las propias marcas, dado que van acomodando los valores en función de cuánta oferta hay y de cómo van fluyendo las entregas entre las agencias competidoras.  


Como contrapartida, los puntos de venta se defienden asegurando que la reactivación en el ingreso de unidades sigue sin ser suficiente para abastecer la demanda. 
“Si se miran las estadísticas de ventas mayoristas, es decir, las de las terminales a las agencias, es verdad que no hubo una caída tan pronunciada. Incluso, en junio se registró crecimiento. Pero la clave pasa por observar bien qué tipo de autos se están despachando a los comercios", aseguró un directivo vinculado a una de las principales cámaras del sector. 
Y completó: "Lo que más fluye son los modelos nacionales de entrada de gama. Ahí no hay tantas demoras. Donde sí hay problemas es en los de gama media y media alta con buen equipamiento. Es allí donde se registra la mayor escasez”.
En definitiva, lo que las agencias tratan de resaltar es que la oferta hoy está desbalanceada y que las terminales no están entregando stock para los segmentos en los que existe una mayor demanda. 


Lo que dejó el impuestazo
La “novela” de los faltantes, en gran medida, está generada por los desequilibrios que terminó provocando el impuestazo a los 0Km y que llevó a que desaparecieran de los salones de venta las versiones tope de gama de modelos muy buscados, como es el caso del Toyota Corolla, Ford Focus y Citroën C4 Lounge. 


Tras los cambios en los que avanzó el Gobierno, que decidió incrementar el piso a partir del cual comienza a regir el tributo, poco a poco las terminales reactivaron la venta de esos modelos en sus variantes más caras, dado que pasaron a quedar fuera de la influencia del polémico gravamen. 


Sin embargo, es en este segmento donde se están registrando grandes demoras. ¿La razón? Hay agencias que hace meses compraron a las automotrices estos mismos vehículos con el impuesto incluido y hoy, tras las modificaciones, ven que si los ponen a la venta terminan perdiendo plata. 


“Prefiero tenerlo en el depósito unos meses más, no ofrecerlo y ver qué pasa con el tipo de cambio. Si lo vendo ahora, tiro $100.000 porque variaron las reglas de juego”, se defendió el representante de una marca que hoy debe lidiar con esta nueva realidad. 

Fuente:Agencias de Economía y  Merdo



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