En base al estudio de Coyuntura del Ieral, Fundación Mediterránea, los préstamos al sector privado en pesos en los rubros comercial, de consumo y con garantía real, sufrieron en agosto una retracción luego de un pico de dinamismo experimentado en los meses anteriores. La baja expansión del crédito en ese mes ha sido evidente: solo creció 1,6%, luego de hacerlo al 3,7% en julio, lo que registra una caída. 

Cuando se detalla cada línea crediticia, se observó que las comerciales aumentaron a un ritmo mensual de 2% en agosto, las de financiamiento del consumo lo hacen al 1,2% y 1,6 % las que cuentan con garantía real.

Por su parte, los depósitos en pesos del sector privado -que venían creciendo a tasas superiores a 4% intermensual hasta junio- en julio se estancaron (0,7%) y las primeras semanas de agosto reflejan una tenue recuperación (1,4%). En detalle, se observa un retroceso en los depósitos en Caja de Ahorro y, en paralelo, una aceleración de las colocaciones en Cuenta Corriente y Plazos Fijos.

Asimismo, los depósitos en pesos del sector privado en los bancos -que acumulan aproximadamente $ 791,7 mil millones- pasaron de crecer 3,4% promedio entre enero y junio, a 0,7% en julio y 1,4% este mes.

Esto obedece a una aceleración en el ritmo de expansión del stock de Plazos Fijos en pesos -$ 383,1 mil millones- que pasaron de crecer 3,1% en julio a 4,3% en agosto; posiblemente impulsada por la suma de tasas dispuesta por el BCRA hacia fines del mes pasado. 

A su vez, se observa que los depósitos en Cuenta Corriente -$ 178,8 mil millones-pasaron de retroceder 0,2% en el séptimo mes del año a crecer 4,2% en el octavo. Mientras, las colocaciones en Caja de Ahorro -$ 203,8 mil millones- luego de retroceder 2% mensual en julio, ahora acentúan su contracción hasta 4,4%.

Las líneas vinculadas al financiamiento del consumo (Personales y con Tarjeta de crédito) pasaron de crecer 3% en junio, a 1,3% y 1,2% durante los 2 últimos meses.

Esta pérdida de dinamismo, para el economista de Fundación Mediterránea, Jorge Day, está relacionada directamente con el período pre electoral que está viviendo Argentina. “Lo que se analiza es que a pesar de que los bancos tienen un aumento de depósitos y una mayor liquidez, en contrapartida, se observa que el sector privado está siendo precavido a la hora de tomar una deuda”, explicó el especialista.

Esto refleja la incertidumbre política y “el temor por lo que pueda suceder en el corto y mediano plazo. Los empresarios prefieren esperar a octubre y que se conozca cuál será el candidato que asumirá el Ejecutivo nacional los próximos cuatro años y de este modo, asuma las riendas y las directivas económicas”. 

Estos datos expuestos por Ieral son a nivel nacional, sin embargo, Day remarcó que en el caso de Mendoza se repite una situación similar. No obstante, quiso destacar que por provincia los datos que se obtienen son trimestrales, entonces en base a el último período (abril, mayo, junio) “los préstamos aumentaron un 5% por encima de la inflación, pero en menor medida que los depósitos, lo que queda demostrado que la cautela también se observa a nivel regional”. 

Este mismo panorama fue el que reflejó el economista Sebastián Laza, quien manifestó que esa desaceleración marca una economía que no está saludable y que el “veranito” de reactivación que vivió a principios de este año se debilitó rápidamente por una pérdida de confianza -tanto de las empresas como de las personas físicas. 

Por otro lado, remarcó Laza que “en Mendoza se ha visto el freno de algunos proyectos que están en la empresa de visualizar una mayor claridad y se postergan los nuevos”. 

Con respecto a las tasas y costos financieros que asumen las firmas para tomar este tipo de préstamos, los responsables del informe contaron que varían. Por un lado, están aquellos subsidiados que tienen un costo financiero del 18% anual y que está destinado principalmente a empresas con menor riesgo. 

Mientras que hay otros -la gran mayoría y destinado a categoría de empresas más riesgosas- que se les aplica una tasa de entre el 35% y 40%, porcentajes por debajo de los préstamos personales, los cuales tienen un costo financiero por encima del 50%. La explicación de esto, según Day, es que las empresas toman montos mayores a los personas físicas. 

Finalmente, otro punto al que se hizo referencia y es que en los últimos meses los bancos habían evaluado un aumento en la morosidad por parte de empresas e individuos. Sin embargo, el economista de Ieral dijo que “se ha detenido, las cuentas están en los parámetros normales de demora y no se observan grandes desfasajes de incumplimiento”.

Fuente:Agencias