Hoy comienza un fin de semana largo, seguramente utilizado por muchos para descansar. Quizás uno de los que más lo aproveche sea el gobernador, Francisco Pérez que, tras dos semanas de dificultosas gestiones, sobre todo con autoridades nacionales, finalmente puede decir que cumplió con el pago salarial de setiembre a los estatales.

Pero para eso tuvo que volver a endeudarse con el Banco Nación, que le envió un salvavidas en este caso de $ 100 millones, a modo de sobregiro, que ahora la Provincia debe incorporar a su reestructuración de deuda.

Así, el Gobernador pudo terminar el peor inicio de mes de su gestión, que empezó con las frustradas gestiones del 29 de setiembre cuando, a última hora, debió anunciar que al día siguiente no podría abonar los sueldos y que tras reiteradas visitas al Nación y al Ministerio de Economía, sólo le permitieron completar estos pagos a través de cuatro tediosas tandas que finalizan hoy, con la acreditación en las cuentas de los estatales que cobran más de 33 mil pesos.

Por eso, a diferencia de días anteriores, cuando las redacciones de los medios esperaban hasta la noche para conocer “novedades sobre el pago”, esta vez el Ejecutivo se apuró en avisar que había cumplido con el envío de fondos para los salarios de toda la administración pública.

“En el día de la fecha, el Gobierno transfirió la totalidad de los fondos para el pago de haberes de la nómina salarial que estaba pendiente. Con esto, todo el personal estatal habrá percibido su salario”, anunció el comunicado.

Allí mismo se explicaba también que se había transferido “la totalidad de los fondos” para pagar a docentes de SEOS y colegios privados “con cuota cero”, que el miércoles se habían movilizado a la Casa de Gobierno para reclamar por el atraso.

También se comunicaba que seguía la transferencia de la coparticipación municipal, algo que había comenzado un día antes. Esto incluso fue confirmado por los propios intendentes que, en la mañana de ayer, se reunieron con Pérez por ese tema.

A todo esto se le agregó parte del depósito a los proveedores de meriendas y transportes escolares, aunque buena parte de la deuda persiste.

A primera hora de la mañana, Pérez había dicho que esperaba saldar los pagos, principalmente de los docentes, “entre jueves y viernes”, y si bien coincidía con su ministro de Hacienda, Juan Gantús, en que parte de los pagos saldría de la recaudación, también se esperanzaba en recibir alguna “ayuda” adicional del Nación, lo que finalmente sucedió.

El alivio llegó tras la decisión de pagar con fondos propios. El miércoles Gantús había confirmado que pagarían con la recaudación proveniente del cobro de distintos impuestos y que, en esa línea, se haría “un esquema de pagos” contemplando prioridades, como los docentes y la “copa” municipal, para que en los departamentos los trabajadores también terminaran de cobrar.

Concretada esta tarea, ahora empieza otro camino. El martes próximo Pérez debe regresar al despacho de Axel Kicillof para que le autorice la nueva toma de deuda. Una decisión también demorada, que será fundamental para conseguir fondos que le permitan, entre otros compromisos, pagar los sueldos de octubre