Estado versus mercado. Así quedó planteado el escenario para Daniel Scioli. El candidato por el Frente para la Victoria (FPV) está convencido de que es la única estrategia que golpea a su rival y lo puede debilitar. Busca forzar a Mauricio Macri a confrontar ideas y para eso reforzará el mensaje de que el líder de Cambiemos representa el "libre mercado" y aspira al poder para realizar un "ajuste". Varias espadas de su entorno -Diego Bossio, Gustavo Marangoni, Silvina Batakis e, incluso, Aníbal Fernández- cerraron filas ayer en torno de esa estrategia.

Pese a las críticas de su adversario, no habrá marcha atrás; incluso, la táctica dispuesta se profundizará "a fondo". La falta de tiempo es determinante; sólo restan 10 días para el ballottage. Scioli, sus colaboradores más cercanos y los spots de campaña tienen el mismo objetivo: abrir interrogantes en los votantes que eligieron a Sergio Massa y que no se terminan de sentir cómodos con la opción que representa Macri.

El mensaje está dirigido a los trabajadores, principalmente a los obreros calificados, y a las pymes. Aquellos que reclaman cambios de formas y ajustes o correcciones de fondo. "La clase media alta y la más baja ya están definidas", explicó uno de los funcionarios bonaerenses que tienen la función de bajar al territorio las decisiones que se toman en las oficinas del Banco Provincia.

Según las cuentas que hacen en el sciolismo, la segunda vuelta se definirá por un puñado de votos. En el equipo de campaña aseguran que un 15% de las personas decide su voto el día de la elección camino a la escuela. "Lo que hagamos en estos días será determinante. Pero la gente ya sabe que Daniel no es lo mismo que Macri", describió uno de los hombres de consulta de Scioli.

La instalación de que ambos representan "dos visiones distintas" de país continuó ayer con fuerza. Scioli reivindicó a YPF y se definió como "un defensor de lo público", ante lo que consideró "el avasallamiento que quieren llevar adelante y dejar todo librado al mercado o a los intereses de algunos privados".

El gobernador, junto al presidente de YPF, Miguel Galuccio, sostuvo que "garantiza para los intereses argentinos la continuidad de YPF en manos del Estado". Apuntó a Juan José Aranguren, ex presidente de Shell y hoy al mando de los equipos técnicos que trabajan sobre la política energética macrista. "Cuando dijo que iba a revisar el tema de YPF, sus acuerdos y luego definir que no era tan importante el autoabastecimiento energético, se desenmascaró una intencionalidad de ir por YPF", dijo el candidato del FPV.

Sciolismo al ataque

La ministra de Economía bonaerense, Silvina Batakis, confirmada como sucesora de Axel Kicillof en un eventual gabinete de Scioli, sostuvo ayer que las proposiciones económicas de Cambiemos muestran contradicciones. "Rodríguez Larreta dice que el dólar no es importante, que lo importante es la inflación, pero proponen medidas inflacionarias. Eso hace que las propuestas sean inconsistentes", explicó a Radio 10.

El titular de la Anses, Diego Bossio, cuestionó la hipotética conformación del gabinete de Macri con referentes del mundo privado. "Hay que mirar qué quiere hacer Macri y con quiénes quiere gobernar. La mayoría son representantes de la Shell, JP Morgan y Monsanto. Me preocupa un gobierno compuesto así", dijo Bossio.

Para Marangoni, Macri esconde sus proyectos. "No se puede jugar a las escondidas. Scioli cierra la campaña con propuestas, como el 82% móvil, política cambiaria, la devolución del IVA, retenciones y limitar el piso de ganancias. Pedimos definiciones a Macri", reclamó. Y Aníbal Fernández remató: "Macri les va a sacar el 50% del salario y ahora sí olvídense de viajar al exterior".

Scioli, que aún no definió dónde realizará el cierre de la campaña, trabaja a diario pensando en el debate del domingo. Junto a un grupo de colaboradores trabaja en las argumentaciones con las que intentará complicar a Macri. Y, en paralelo, fortalecerá sus incursiones en el territorio bonaerense.

Fuente:Agencias Buenos Aires