Los voceros del Palacio del Planalto, sede del gobierno de Brasil, informaron esta mañana que la presidente Dilma Rousseff finalmente pudo hablar con Mauricio Macri. Fueron menos de 10 minutos los conversados pero en ellos lo felicitó y lo invitó "lo más rápido posible" a visitar Brasilia, para "conciliar agendas".

La prensa de San Pablo también informaba esta mañana que Dilma viajará a Buenos Aires para el cambio de mando, el 10 de diciembre. Sin embargo, de ello no habló el vocero del planalto.

Lo cierto es que ambos deben efetivamente conciliar agenda, empezando por cómo plantarse ante Venezuela. Macri ha dicho que en la cumbre de presidentes del Mercosur, del 21 de diciembre, en Asunción, pedirá una cláusula democrática contra el país caribeño. Esta impone ciertos grados de castigo por desvíos en la calidad democrática. Dilma no está de acuerdo con castigar al régimen de Nicolás Maduro, al igual que Cristina Kirchner. Pero Macri ratificó hoy su posición al tiempo que definió Brasil como el primer país que quería vistar. Fue en la conferencia de prensa que dio temprano, donde a su vez contó que Dilma lo había llamado y no habían podido aún conversar, lo que finalmente se concretó

Según el vocero del Planalto, Macri se mostró "muy contento" y con disposición a dar "nueva vitalidad" a las relaciones bilaterales con Brasil, bastante afectadas desde lo comercial.

También desde Italia llegaron saludos, de parte del primer ministro Matteo Renzi, quien llamó a Macri para felicitarlo. En un comunicado de prensa, a su vez, llamó a abrir una "nueva página de colaboración entre los dos países". Y deseó verse pronto con su futuro colega.