TENDENCIAS
24 de noviembre de 2015
La baja ingesta calórica es lo único que prolonga la vida según la ciencia
Además el vino y la cerveza en dosis moderadas, tienen un papel cardioprotector, son los hallazgos que arrojó el encuentro científico de "Envejecimiento Saludable" realizado en la Universidad de Talca.
El énfasis en la prevención desde la infancia para tener una mejor sobrevida en la edad avanzada o envejecer con éxito, es el desafío planteado a la sociedad y al Estado, en las Terceras Jornadas Internacionales "Alimentación para un envejecimiento saludable" y el IV Simposio de Odontogeriatría, que se iniciaron en la Universidad de Talca, con participación de distinguidos investigadores chilenos y extranjeros.
Durante dos días se realizan conferencias, simposios y mesas redondas, organizados por el Programa de Investigación de Excelencia Interdisciplinaria de Envejecimiento Saludable (PIEI-ES), que por tercer año se desarrolla en la Casa de Estudios.
Sobre la dimensión del problema del envejecimiento, el director del PIEI-ES, Iván Palomo, precisó que en comparación con Europa -donde hubo un envejecimiento lento- la población de mayor edad de Latinoamérica y en particular de Chile está aumentan rápidamente. "Por lo tanto este es un tema de estudio, de investigación y de políticas de prevención para evitar, por ejemplo, que de la fragilidad las personas pasen a la discapacidad. Envejecemos desde chicos y tener una mejor sobrevida con más edad, implica hacer ejercicio, alimentarnos en forma sana y no fumar. Hay preocupación en las universidades, por parte de los investigadores que están abordando el problema, y también de los gobiernos", dijo. En ese sentido, remarcó que "el Estado debe preocuparse de prevenir y poner los recursos para que tanto a nivel de los municipios como de los servicios de salud y de las universidades que investigan, se cuente con los recursos para realizar esa tarea".
Prevención temprana
En la conferencia inaugural, el coordinador científico del Estudio Toledo de Envejecimiento Saludable, de España, Francisco García, se refirió a "Fragilidad, disfunción vascular y deterioro cognitivo". En 2040, el 35 por ciento de la población de Toledo será mayor de 65 años, sostuvo el investigador, para quien el envejecimiento es un constructo del ciclo de vida que tiene que ver con conductas saludables adquiridas desde la niñez. "Son decisiones que se toman antes y que pasan factura mucho después. El ejercicio físico si se hace desde la adolescencia incrementará la masa ósea y muscular y eso incidirá que al llegar a los 70 años, haya menos riesgos de fractura", señaló a modo de ejemplo.
Agregó que algunos estudios han determinado que las personas que realizan ejercicio físico tienen una mejor salud cognitiva cuando llegan a 70 años. Además, una alimentación adecuada, ausencia de tabaquismo y ejercicio físico en edades medias, de 30 a 50 años, permiten "evitar la enfermedad vascular que afecte al cerebro y que al llegar a más edad genere una demencia".
El doctor García enfatizó que hay que poner cuidado en la obesidad infantil y adolescente, porque es predictora de enfermedad cardiovascular y diabetes que, en los mayores, pueden conducir a discapacidad y demencia. Asimismo, aseveró que la alimentación es fundamental y añadió que se ha demostrado que el ejercicio físico permite llegar en mejor situación a la vejez, pero lo único que prolonga la vida es la ingesta calórica baja.
Respecto a la fragilidad, sostuvo que es fácilmente reconocible cuando las personas caminan lento, tienen menos fuerza y se fatigan fácilmente, fenómeno que ocurre muchas veces antes de sufrir una discapacidad relevante, pero es reversible con ejercicio físico. "De ese modo disminuye el riesgo de tener una dependencia a corto o mediano plazo", aseguró.
Uno de los especialistas que abordó el tema de la alimentación es Judit Cubedo, del Centro de Investigación Cardiovascular de España, quien recalcó que este es uno de los aspectos que puede modificar favorablemente factores de riesgo cardiovascular. En particular mencionó la dieta mediterránea y a un estudio demostró el efecto de ésta en la reducción de la presencia de enfermedad cardiovascular, de forma comparable con el uso de fármacos muy potentes. Hay productos que deben ser de consumo obligado en la dieta, como frutas, verduras, aceite de oliva y, además, mencionó bebidas fermentadas -vino y cerveza- en dosis moderadas, tienen un papel cardioprotector. "Estudios en animales indican que después de un infarto, su consumo puede favorecer la recuperación del corazón", acotó.
COMPARTIR:
Notas Relacionadas
Comentarios
Aun no hay comentarios, sé el primero en escribir uno!