A pesar de las diversas contingencias climáticas y las lluvias incesantes, este año prevén una cosecha similar o menor a la del año pasado, cuando se levantaron en total 24,1 millones de quintales. De este modo, según el ente, se cosecharán en 2016 entre 22,3 y 24,6 millones de quintales -6,7% menos o un 3% más que en 2015-. Hacia fines de marzo se presentará el ajuste final. 

Con estos primeros datos, se traduce que este año será una vendimia con números que no desvelan, a pesar de estar entre los dos y lo cuatro millones de quintales por debajo de la media de Argentina -la cual es 26 millones de quintales-. No obstante, con las lluvias y fríos de la primavera, y con otras contingencias climáticas que fueron suscitando durante el 2015 y 2016 se esperaban números más negativos.

Sin embargo, el ingeniero agrónomo Alejandro Marianetti, Jefe del Departamento de Estudios Vitícolas del INV, ratificó que “aún es muy temprano para dar a ciencias ciertas lo que pasará finalmente con los números de la cosecha ya que los cambios climáticos pueden cambiar considerablemente y esto repercutir sobre la vid”.

De hecho, aclaró, que la recolección de datos para la primera estimación se terminó el 27 de enero, cuando hacía más de 10 días que no llovía. “Ahora nos encontramos con cuatro días consecutivos de agua. De este modo, es muy pronto asegurar cómo terminará y si siguen estas lluvias cómo perjudicarán", remarcó el profesional. 

Uno de los cambios, a diferencia de años anteriores, es que en el primer mandato de Carlos Tizio, presidente del INV, no se dio a conocer un número fijo, sino un rango. En este sentido, para el caso de Mendoza, se espera que se coseche entre 15,1 y 16,6 millones de quintales, entre 1,7% y 10,6% menos que la vendimia 2015. Mientras que para el caso de San Juan, los números son mayores, ya que estiman levantar entre 5,9 y 6,6 millones de quintales, y el año pasado había sido de 5,6, por lo que sería similar o superior en un 17%. 

Según contó a Los Andes el Jefe del Departamento de Estudios Vitícolas del INV, la mayor cosecha de San Juan y menor de Mendoza, es lo que deja en total una cosecha muy similar a la de 2015. Para el caso de la provincia aledaña, explicó que en esta vendimia -a pesar de verse afectada por algunas contingencias- no fueron de gran importancia que terminaron dañando al cultivo.

Además, “este año San Juan tuvo mayor oferta hídrica lo que ayudó considerablemente. No así fue el caso de Mendoza, que el granizo afectó -sobre todo- en la Zona Este, Santa Rosa, y algunas partes del norte de San Martín”. 

En el resto de las provincias, la recolección es menor, excepto Río Negro y Neuquén. Ya que La Rioja, espera estimaciones entre un 3% y 11% menos, Catamarca en un promedio menor del 35% y Salta estima una baja en su cosecha de entre el 4,5% y 14%. 

El análisis cuantitativo de la cosecha evaluó la incidencia de fenómenos climáticos en los viñedos hasta el 27 de enero. De este modo, según aseguró Marianetti, se puede observar que la "posible" menor cosecha se debe al retraso madurativo a raíz de una primavera fresca y húmeda de octubre y noviembre, además de algunos granizos en zonas puntuales y las frecuentes lluvias de los primeros días de enero. 

Un punto a favor que explicó el ingeniero agrónomo, es que de la muestra de 800 parcelas, distribuidas en todas las zonas de producción significativa, se concluyó que no hay gran propagación de enfermedades criptogámicas debido a las lluvias y el problema sanitario estaba muy controlado, en varias zonas. No obstante, aseveró “que todo esto dependerá de cómo siguen los días ahora y si las lluvias continúan”.

Foto:CarlosYizio Titular de INV en  Mendoza 

Fuente:Agencias Mendoza