CULTO
10 de febrero de 2016
Inicia la Cuaresma con el Miércoles de Ceniza
La iglesia católica celebra el Miércoles de Ceniza con la imposición de ceniza a los feligreses que asisten a misa. Es un tiempo de oración, penitencia y ayuno.
Con este día, se inicia la Cuaresma, un período de 40 días que la Iglesia marca para la conversión del corazón.
Imposición de cenizas (en todas las Celebraciones Eucarísticas)
Horarios de Misas: 7:00, 8:00, 9:30, 10:30, 11:30, 19:00 y 20:30 hs.
Todos los viernes de Cuaresma
Son días penitenciales y de abstinencia de carne.
Rezo comunitario del Vía Crucis: 8:30 hs. y 19:45 hs.
Fragmento del mensaje del Santo Padre Francisco
para la Cuaresma 2016
“Misericordia quiero y no sacrificio” (Mt 9,13)
“La misericordia de Dios transforma el corazón del hombre haciéndole experimentar un amor fiel, y lo hace a su vez capaz de misericordia. Es siempre un milagro el que la misericordia divina se irradie en la vida de cada uno de nosotros, impulsándonos a amar al prójimo y animándonos a vivir lo que la tradición de la Iglesia llama las obras de misericordia corporales y espirituales. Ellas nos recuerdan que nuestra fe se traduce en gestos concretos y cotidianos, destinados a ayudar a nuestro prójimo en el cuerpo y en el espíritu, y sobre los que seremos juzgados: nutrirlo, visitarlo, consolarlo y educarlo…”
“En la Cuaresma, la iglesia vive un combate espiritual intenso, como tiempo de ayuno y de prueba; así lo manifiestan también los 40 años de peregrinación del pueblo de Israel por el Sinaí. El Miércoles de Ceniza es día de ayuno y abstinencia, los viernes de Cuaresma se observa la abstinencia de carne; y el Viernes Santo también se vive el ayuno y la abstinencia”, comentó Dennis Doren Lahr, sacerdote de Legionarios de Cristo. Las diferentes iglesias y parroquias del mundo católico presentan mayor afluencia de feligreses para iniciar el tiempo cuaresmal y acercarse a la imposición de la ceniza. “Es la disposición del cristiano de comenzar un camino de encuentro con Cristo que se dispone a entregar su vida en sufrimiento por los hombres, morir en la Cruz y recibir la gloria de la Resurrección; por eso la necesidad de ir a imponerse la ceniza, tener la conciencia clara que uno es frágil, necesita de Dios, y necesita de un tiempo de oración, ayuno y limosna que dan sentido a la vida cristiana, a ejemplo de Jesús”, explicó Doren Lahr.
Tradición
En la Iglesia primitiva, variaba la duración de la Cuaresma, pero eventualmente comenzaba seis semanas (42 días) antes de la Pascua. Esto sólo daba por resultado 36 días de ayuno (ya que se excluyen los domingos). En el siglo VII se agregaron cuatro días antes del primer domingo de Cuaresma estableciendo los cuarenta días de ayuno, para imitar el ayuno de Cristo en el desierto.
Era práctica común en Roma que los penitentes comenzaran su penitencia pública el primer día de Cuaresma. Ellos eran salpicados de cenizas, vestidos en sayal y obligados a mantenerse lejos hasta que se reconciliaran con la Iglesia el Jueves Santo o el Jueves antes de la Pascua. Cuando estas prácticas cayeron en desuso (del siglo VIII al X), el inicio de la temporada penitencial de la Cuaresma fué simbolizada colocando ceniza en las cabezas de toda la congregación.
Hoy en día en la Iglesia, el Miércoles de Ceniza, el cristiano recibe una cruz en la frente con las cenizas obtenidas al quemar las palmas usadas en el Domingo de Ramos previo. Esta tradición de la Iglesia ha quedado como un simple servicio en algunas Iglesias protestantes como la anglicana y la luterana. La Iglesia Ortodoxa comienza la cuaresma desde el lunes anterior y no celebra el Miércoles de Ceniza.
Significado simbólico de la Ceniza
La ceniza, del latín "cinis", es producto de la combustión de algo por el fuego. Muy fácilmente adquirió un sentido simbólico de muerte, caducidad, y en sentido trasladado, de humildad y penitencia. En Jonás 3,6 sirve, por ejemplo, para describir la conversión de los habitantes de Nínive. Muchas veces se une al "polvo" de la tierra: "en verdad soy polvo y ceniza", dice Abraham en Gén. 18,27. El Miércoles de Ceniza, el anterior al primer domingo de Cuaresma (muchos lo entenderán mejor diciendo que es le que sigue al carnaval), realizamos el gesto simbólico de la imposición de ceniza en la frente (fruto de la cremación de las palmas del año pasado). Se hace como respuesta a la Palabra de Dios que nos invita a la conversión, como inicio y puerta del ayuno cuaresmal y de la marcha de preparación a la Pascua. La Cuaresma empieza con ceniza y termina con el fuego, el agua y la luz de la Vigilia Pascual. Algo debe quemarse y destruirse en nosotros -el hombre viejo- para dar lugar a la novedad de la vida pascual de Cristo.
Mientras el ministro impone la ceniza dice estas dos expresiones, alternativamente: "Arrepiéntete y cree en el Evangelio" (Cf Mc1,15) y "Acuérdate de que eres polvo y al polvo has de volver" (Cf Gén 3,19): un signo y unas palabras que expresan muy bien nuestra caducidad, nuestra conversión y aceptación del Evangelio, o sea, la novedad de vida que Cristo cada año quiere comunicarnos en la Pascua.
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