La devaluación modelo 2016 de Alfonso Prat-Gay impactó menos sobre los precios que la versión 2014 de Axel Kicillof. Al menos sucedió así en los primeros tres meses tras la suba del dólar para ambas gestiones.

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Mientras que con Prat-Gay el tipo de cambio aumentó más de 60% (desde diciembre a febrero), en el caso de Kicillof lo hizo 22,9% (enero-marzo 2014). Por su parte, la evolución de la inflación luce similar entre uno y otro. Mientras en el caso de Prat-Gay el índice medido según la Dirección de Estadísticas de la Ciudad aumentó 12,4% con Kicillof fue 13,4%. ¿Cuál es la diferencia entre uno y otro entonces? Que el macrismo logró subir más el dólar sin que ello se tradujera en una mayor inflación y así la suba del dólar quedaría como una ventaja cambiaria para productores o exportadores. Con Kicillof, la tasa de inflación equivalió al 60% de la suba del tipo de cambio y con Prat-Gay sólo 20%. 

Con todo, hay algunas salvedades para tener en cuenta.

-En noviembre de 2015 hubo aumentos de precios importantes con lo cual, entonces, la ventaja cambiaria con Prat-Gay podría ser menor. Si se incluyen estos movimientos, el pasaje a precios tras el aumento del dólar sería mayor (cerca de 25%). Aún así, menor a la de Kicillof.

-En 2014, Kicillof subió el dólar y las tarifas a la vez. El macrismo fue más gradualista. Pero aún si se elimina el impacto de la suba de las tarifas del índice de precios (y se toma lo que los economistas llaman ‘inflación núcleo’), el pasaje a precios de la suba del dólar de este año es menor al de Kicillof según un cálculo de Lorenzo Sigaut Graviña, economista de Ecolatina.

-Contra lo que intuitivamente se creería, en los primeros tres meses siguientes a que Kicillof subió el dólar la contracción monetaria fue mayor a la actual. De hecho, desde diciembre hasta febrero último, la base monetaria aumentó $ 42.415 millones (en enero-marzo 2014 se contrajo $ 13.441 millones).

¿Pero entonces por qué los precios no subieron tanto este año si el dólar registró un salto mayor al de 2014? Algunas explicaciones.

Lorenzo Sigout Graviña señala tres puntos: el nivel de actividad, el contexto internacional y el comportamiento de empresarios. “Hoy estamos en recesión y en 2014 el enfriamiento demoró en llegar. Ahora hay obras y construcciones que no se pagan desde octubre”. También ayudaron “la baja del precio del barril y una actitud más precautoria de los formadores de precios con el cambio de gobierno”. De todas maneras, el economista de Ecolatina advierte que “es temprano para medir el impacto de la suba del dólar sobre la inflación. Los acontecimientos aún no terminaron”. El impacto del alza de la luz vendrá en marzo. Y las paritarias aún no cerraron. El Estudio Bein ve el dólar a $ 17,8 a fin de año y la inflación 36% (diciembre-diciembre).

Ramiro Castiñeira, economista de Econométrica, cree que se verán resultados concretos sobre la inflación después de mitad de año. “Si el Gobierno logra reducir el déficit fiscal y así la emisión que el Banco Central le pasa para financiarse, veremos los resultados en nueve meses”.