POLITICA
2 de mayo de 2016
Cámara de Diputados: Negociación exprés por ley que prohíbe despedir
La ley antiempleo que pasará desde hoy por la Cámara de Diputados se convirtió ya en territorio dilecto del peronismo para jugar su interna.
Sergio Massa, que pide bajarle el tono a esa pelea, se subió como en otros casos ahora para intentar protagonizarla. El viernes Massa le pidió una reunión a solas a Miguel Pichetto para intentar unificar posiciones. Ese encuentro se dará hoy. ¿Que hay en juego entre las dos cámaras? La versión de la ley antiempleo que Pichetto hizo votar en el Senado tiene diferencias sustanciales con las que el kirchnerismo impulsa en Diputados y que Cristina de Kirchner le ordenó votar a sus legisladores.
En ese sentido la votación del Senado actuaba como tapón para que ese proyecto llegue a convertirse en ley, es decir, casi como un favor a Mauricio Macri: al ser distintos si el kirchnerismo apura su versión, todo debería volver al Senado y demorando la sanción o congelándola sin plazo.
Esa estrategia puede tener algunos peligros. Uno de ellos es que el kirchnerismo decida apoyar la sanción del Senado, dejando su proyecto que establece retroactividad al 1 de marzo de la prohibición de despidos y una vigencia de la doble indemnización hasta 2017 y adhiriendo al de Pichetto. Massa, en ese caso, quedaría en medio de una votación que será complicada para el Frente Renovador.
Pichetto ya envió algunas señales claras a Diputados y en especial al movedizo Massa: no hay posibilidad de modificación alguna a la de doble indemnización.
Esa definición le pone un piso a la discusión. Está claro que los senadores peronistas le trasladaron a los diputados la responsabilidad de marcar el tono que tendrá el debate. Como mucho, Pichetto está dispuesto a debatir una ley paralela que incorpore la situación de los despidos en las pymes, como se pide en Diputados, pero en ningún caso aceptar en el Senado los cambios que el kirchnerismo quiere introducirle al proyecto y así poder convertirlo en ley.
En ese minué de cruces entre despachos, el peronismo acusa a Massa de querer licuar su responsabilidad frente al debate. El Frente Renovador, está claro, no tiene posición unánime en su bloque y a Massa le es casa día mas difícil poder decirle a Macri que él es el garante de un freno a esa ley antiempleo que complica tanto las perspectivas de las empresas como a la vida política del Gobierno.
El planteo es claro: el kirchnerismo de Diputados debe decidir entre complicar al Gobierno o apoyar su propio proyecto y Pichetto intentará evitar que Massa quede como el héroe de esta película. En el medio el kirchenrismo puede presionar al tigrense y correrlo por izquierda.
Massa se cubrió ayer de esa calificación K: "Nosotros queremos construir un país con empresas, con empresarios y con trabajadores, porque en definitiva todos juntos son quienes mueven nuestra economía". Esa definición abarca cualquier opción. Otro ejemplo: "Que se queden tranquilos, porque vamos a buscar todos los acuerdos necesarios para proteger a todos los que tienen miedo de perder el trabajo, pero sobre todo para generar nuevas incorporaciones al mercado laboral".
Pichetto respondió sin inmutarse, haciendo equilibrio y mandándole un mensaje a Macri sobre lo que debería hacer en caso de que la ley se vote: "Tomar la medida, convocar a los actores económicos, sentar a los empresarios y a los sindicalistas, abrir un diálogo en serio sobre cómo se mantiene el empleo, qué compromisos hay por parte del sector empresario, qué acuerdos se van a hacer con los trabajadores y cómo se proyecta el futuro para generar nuevos empleos. Ese debería ser el camino, no el veto".
Ese terreno empantanado se verá desde hoy y aunque la ley no sea votada esta semana, el futuro del posible veto de Macri quedará sellado, sin duda, en las próximas 48 horas.
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