Boca debería ser el último club de la Argentina que sufra que por falta de jugadores. El karma de las lesiones en puestos clave cambió el contexto, abrió vacantes y dejó la puerta abierta para los juveniles, acostumbrados a no tener lugar en planteles atestados de figuras. Así llegó el turno de Juliàn Chico, Nicolás Benegas y Pedro Silva Torrejón, los primeros en la era de los Barros Schelotto en cumplir su sueño de jugar en Primera.

Tanto Chicco (18 años), Benegas (19) como Silva Torrejón (19) habían debutado ante Argentinos en la Paternal, pero seguramente el partido de anoche ante Huracán haya sido más especial por ser el primero en la Bombonera.

Lesionado Andrés Chávez y con Daniel Osvaldo recuperándose a paso lento, Guillermo ubicó a Benegas en dupla con Sebastián Palacios. El misionero dejó una buena impresión por sus destrezas y físico (mide 1,85 metros), ante una dupla central áspera como la de Nervo-Mancinelli de Huracán. Tuvo la posibilidad más clara a los 30 del segundo tiempo, cuando clavó un golazo de zurda que le anularon un gol por una falta sobre Mancinelli.

En la mitad de la cancha, las lesiones de Fernando Gago y Andrés Cubas dejaron su lugar a Chicco, volante categoría 98. Estuvo criterioso para distribuir la pelota, cortó algunos avances y pudo marcar su primer gol en Primera sobre el final del primer tiempo, pero su disparo se fue por arriba del travesaño.

Chicco fue el único que habló después del partido. "Al principio tenía nervios, pero a medida que fueron pasando los minutos agarré confianza y me fui metiendo más en el partido. Estoy muy contento por el debut en la Bombonera. Estoy muy feliz y tratando de aprovechar las oportunidades", dijo el juvenil nacido en Brinkmann, Córdoba

De Laboulaye, Córdoba, Silva Torrejón es el único de los tres que hizo la pretemporada con Primera, cuando todavía estaba el Vasco Arruabarrena como DT. Ingresó a los 36 del complemento por Nicolás Colazo y siguió sumando minutos. Tiene como punto a favor que puede desempeñarse en toda la franja izquierda, tanto de lateral como volante, en un sector en el que Boca buscará reforzarse: ya suena el nombre chileno Jean Beausejour.

Lo curioso es que tanto Chicco como Benegas no son lo que podría catalogarse como productos íntegramente nacidos de la cantera xeneize. El volante del Sub 17 llegó en 2014, por el que se pagó dos millones de pesos por su ficha y la de otro juvenil sabalero, Matias Roskopf. Mientras que Benegas llegó el año pasado desde Deportivo Vicov, el club de su pueblo natal, Eldorado. Distinto es el caso de Silva Torrejón, que está en Boca desde los 10 años.

Otro punto en común es que fueron tentados para irse a Europa. Antes de firmar con Boca, Chicco estuvo 10 días a prueba en Manchester United, pero no quedó; también estuvo cerca de irse en diciembre de 2014 a Juventus, cuando jugaba en la séptima xeneize. En tanto que Benegas fue buscado por Napoli y rechazó hace unas semanas una propuesta para irse a jugar la Europa League con el FC Aktobe, de Kazajstán.

En un club donde la cantera es lo último que se mira, donde las oportunidades son escasas y la exigencia mata los tiempos, los juveniles de Boca viven un sueño. Saben que tienen la gran oportunidad para mostrarle a Guillermo que también puede buscar adentro de casa. El tiempo dirá.